Debate Ideológico o Batalla Cultural

Debate Ideológico o Batalla Cultural

Agustín Laje, escritor y politólogo; junto a Nicolás Márquez, abogado y periodista, volvieron a Perú, esta vez para disertar en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Con una amplia data cuantitativa y un temperamento de mucha seguridad expusieron en el Foro Internacional “Desenmascarando la Ideología de Género”. El evento fue organizado por la congresista Nelly Cuadros Candia -quien pese a las críticas del feminismo local sobre ella- ha asumido un rol protagónico pro vida. Para América Latina compartimos una síntesis de sus propuestas en un previo conversatorio.

Escribe: Gary Ayala Ochoa | Director del Diario el Minuto en Perú

“Nosotros tenemos una visión bastante panorámica de toda la región por los viajes que con Nicolás venimos haciendo desde hace tres años, así que podemos comentar cómo avanza la ideología de género en estos países”, dice Agustín y clasifica: Los países favorables para la ideología de género son Argentina, Chile y Uruguay; los eclécticos son Bolivia, Colombia, Ecuador y México; los contrarios son Costa Rica, Centroamérica y Paraguay (Brasil, podría estar aquí). El caso de Perú es particular -dice- ya que aquí se instituyó “Con mis hijos no te metas” lo cual influyó incluso hacia afuera pero irónicamente tiene a los medios de comunicación y al poder Ejecutivo a favor de la corriente pro género.

Sobre el escenario en Europa Occidental y América del Norte destaca la ingeniería lingüística utilizada por ejemplo en Canadá, Francia, y Estados Unidos lugares donde el Estado penaliza la utilización de términos según “los nuevos dogmas”; menciona las parafilias (atracciones sexuales atípicas) en Alemania, Canadá, Estados Unidos y Holanda; además explica cómo el Estado se apropia del niño en Canadá y Noruega sobrepasando a los padres progenitores. Señala asimismo el caso de Nueva York donde se puede abortar hasta el noveno mes de embarazo.

Agustín, expone el rol de los grandes medios globales que presentan informaciones inductivas sobre la pedofilia como un desorden y no como un crimen, hecho que luego “podría pasar como una orientación opcional hasta llegar a ser parte de un currículo escolar” (exhibe como ejemplo un diario norteamericano); también comenta el caso de una mujer en Argentina que “se casó” con una estación de tren lo cual es presentado por un medio local no como algo anormal sino como una orientación y donde el sujeto que cuestione esta relación se convierte en alguien con fobia, es decir, la lógica se invierte.

“Hay una batalla cultural preparada por lo menos desde hace 20 años”, afirma Agustín, quien explica cómo desde este ámbito se extraen luego insumos para el terreno político donde los políticos actúan en función a una opinión pública inducida y generada a través de vehículos como universidades, incluso escuelas, ONG’s y la farándula, entre otros, aparte de las presiones desde el exterior como las que vienen desde la ONU, OEA, Corte Interamericana y UNICEF. Sostiene que existe una lucha desigual semejante a la de David contra Goliat.

Se refiere además al enfoque periodístico que se brinda al aborto. Explica que a partir de un informe sobre supuestos 500 mil abortos clandestinos anuales en Argentina se justifica su legalización por haber tantos; entonces, con el mismo enfoque -comenta- habría que legalizar los robos por haber también tantos.

Además, se da tiempo para explicar cómo se falsean los guarismos, ergo, en las declaraciones de una persona de la farándula que declara que en Argentina fallecen 54 mujeres por minuto (28 millones al año) y se le protagoniza informativamente cuando la verdad es que en el último año fallecieron 19 según cifras oficiales.

Cuestionó el estereotipo de mujer que promueven las feministas, por ejemplo el hecho de devaluar a las que en el día de la mujer se presentan públicamente con esposo e hijos.

Por su parte, Nicolás, se refiere a los mitos creados en torno a quienes libremente eligen una conducta sexual lo cual él respeta y considera un derecho, pero rechaza su promoción desde el Estado. Menciona que la población homosexual en EE.UU., es de 1,6% y que los varones homosexuales en dicho país representan el 81% de los diagnosticados con VIH.

En el caso de América Latina dijo que la población adulta con VIH es de 0,4%; 54,3% corresponde a homosexuales; 22,8% a prostitutos masculinos; 4,9% a prostitutas, 5% a usuarios de drogas, y 7% a otras causas como las hemofílicas.

Concluyó que los homosexuales son 19 veces más propensos y que las “mujeres transgénero” son 49 veces más propensas a vivir con el VIH frente a los heterosexuales. (Fuente: Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-ONUSIDA).

Menciona que la esperanza de vida media de una “mujer trans” en América Latina y el Caribe no supera los 37 años, que en el grueso de los países de Occidente la esperanza es de 75 años, y en Argentina -en los grandes centros urbanos- es de 76 años (Fuente: Confederación Red Latinoamericana de Transexuales). Luego, añade que el Ministerio de Salud de EE.UU., registra que los homosexuales padecen un riesgo 14 veces mayor de intentar un suicidio en comparación con los no homosexuales.

Sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo sustenta que ello no existe dado que no está presente la posibilidad de la maternidad y calificar de homofóbico al Estado que no lo promueve es injusto. Respecto a la adopción menciona que un niño tiene el derecho a recuperar algo natural que perdió: al padre y la madre, y que según un estudio de tres mil casos los niños adoptados por homosexuales son en un 23% más frecuentemente víctimas de abusos sexuales frente a 2% entre los niños de parejas heterosexuales (Fuente: Prof. Mark Regnerus de la Universidad de Texas).

Resalta la necesidad de una nueva rebeldía asumida por la juventud la cual debe manifestarse con pacifismo y decisión, de forma distinta a las marchas pro género.

También se refiere a la partidocracia que defiende a la ideología de género en los diversos países frente a lo cual planteó la necesidad de defender institucionalmente la vida desde la concepción, la aceptación de la tradición pero al servicio del progreso y que si bien debe cultivarse el amor por la patria no debe confundirse con un amor al Estado.

La presencia de ambos expositores será siempre polémica por la naturaleza de sus contenidos ya que expresa una posición frontal en la coyuntura global. Merece abordarse con la más absoluta seriedad y una voluntad abierta al debate dentro de los valores que establece el sistema democrático.