La otra pandemia: Opioides y fentanilo se ha agravado en Canadá

Durante la pandemia de COVID-19, muchas comunidades de todo Canadá han informado de cifras récord de muertes, llamadas de emergencia y hospitalizaciones relacionadas con los opioides. Es un hecho, la crisis de las sobredosis de opioides se ha agravado en el último año. Es otra pandemia contra la que hay que luchar paralelamente, creen los expertos.
Por: Paloma Martínez
Es un tema que se ha escondido detrás de la sobrecarga de información relacionada con el coronavirus, las restricciones de movimiento y de reunión. Sin embargo, es una tragedia en curso y es cada vez más profunda en Canadá, se trata de «la otra epidemia», según las más recientes cifras del ministerio de Salud de Canadá.
Con el telón de fondo de las muertes récord y los llamamientos de los principales policías a despenalizar la posesión de drogas duras, un nuevo estudio realizado por el Instituto Angus Reid entre 5.003 adultos canadienses revela dos tendencias que definen la epidemia de opioides en el discurso público.
Siete de cada diez canadienses afirman que consideran que el problema de la adicción a los opioides ha empeorado durante el último año en Canadá. Para la mitad (48%), se trata de un empeoramiento en su propia comunidad.
Aunque la mayoría reconoce esta amplia tendencia, muchos menos canadienses han tenido la energía o el tiempo para centrarse en el problema. En febrero de 2019, totalmente dos de cada cinco (42%) dijeron que lo seguían de cerca y tenían discusiones al respecto con sus amigos y familiares. Ahora, mientras el COVID-19 consume toda la atención, solo el 16% dice lo mismo.
Además, dos tercios apoyan el aumento del acceso a los puntos de inyección supervisados. Los opositores sugieren que la liberalización de las leyes de drogas de Canadá no es la respuesta y apoyan un enfoque más duro. Casi la mitad (45%) de los encuestados dice que sería mejor «ser duros» con los consumidores aumentando las detenciones y los cargos por posesión de sustancias ilícitas.
Qué es la crisis de los opioides?
La crisis de los opioides es un complejo problema de salud pública, explica Santé Canada. Son muchos los factores que están detrás del importante aumento de las sobredosis de opiáceos que estamos experimentando en la actualidad.
Entre los factores determinantes están las altas tasas de prescripción de opioides por parte de los profesionales de la salud y la aparición de potentes opioides sintéticos, como el fentanilo y el carfentanilo, en el mercado ilegal de drogas.
¿Qué son exactamente los opioides?
Los opioides, como el fentanilo, la morfina, la oxicodona y la hidromorfona, son fármacos que pueden aliviar el dolor.
El fentanilo, la heroína y los analgésicos recetados protagonizan la crisis de adicción a los opioides en Canadá.
Estas drogas afectan al cerebro, al estado de ánimo y a los procesos mentales. La gente que las consume puede sentirse eufórica o drogada. Por ello, pueden suponer un riesgo de uso indebido.
Diferencia entre opioides legales e ilegales
Los opioides legales suelen ser recetados por un profesional de la salud para tratar el dolor provocado, por ejemplo, por una lesión, una intervención quirúrgica, un tratamiento dental o un problema crónico.
Los opiáceos ilegales son sustancias que se fabrican, venden y distribuyen en el mercado negro e incluyen:
- drogas que provienen de un traficante;
- opiáceos recibidos de alguien que no sea un profesional de la salud;
- opiáceos que no le han sido recetados, sino que proceden de otra persona.
¿Qué es el fentanilo?
El fentanilo es un potente opioide sintético que se prescribe para tratar el dolor agudo.
En Canadá, el suministro de drogas ilegales, como la heroína, está contaminado con fentanilo. La adición de fentanilo es una forma barata de que los traficantes aumenten la potencia de las drogas callejeras.
Sin un dispositivo de análisis de drogas, es imposible saber la cantidad de fentanilo que se ha mezclado con drogas ilegales porque es incoloro, inodoro e insípido. Sólo unos pocos granos de fentanilo son suficientes para matarte. Dispositivos como las tiras reactivas de fentanilo pueden ayudar a las personas a averiguar qué contienen sus drogas, pero tienen importantes limitaciones.
A synthetic drug called #spice is making people sick in #LA Skid Row. Paramedics respond for 2nd time in last week. pic.twitter.com/Uvg0Nyt8pP
— luis sinco (@luissinco) August 22, 2016
El manejo de la crisis
Entre otros resultados de la investigación del Instituto Angus Reid se observa que los canadienses, en todas las regiones del país, son críticos con la gestión de este asunto por parte de sus gobiernos provinciales.
- La mayoría de las provincias, con la excepción de Quebec, dicen que su provincia está haciendo un mal trabajo en este asunto.
- La cuestión se percibe como más grave en las zonas urbanas, donde el 68% dice que es un problema al que hay que hacer frente. Dicho esto, la mitad (53%) de los residentes en zonas rurales opina lo mismo sobre su comunidad.
- La mayoría de los votantes del Partido Conservador (63%) y del Bloc Quebecois (57%) dicen que aumentar las medidas punitivas contra las personas que consumen drogas es la política correcta a seguir
Dos de cada tres (63%) de los que dicen conocer a alguien que se ha vuelto dependiente de estas sustancias afirman que esa persona no buscó ayuda o la buscó pero le costó encontrarla
En Columbia Británica donde la crisis es aún más latente, uno de cada diez ciudadanos (11%) dice conocer a alguien que ha muerto por sobredosis de opioides, frente al 5% que lo dice en el resto del país.
El estigma (creencias o actitudes negativas) puede tener un gran impacto en la calidad de vida de las personas que consumen drogas, de las personas que se recuperan de trastornos por consumo de sustancias y de sus amigos y familiares.
El ministerio de Salud de Canadá ha lanzado recientemente una campaña nacional para luchar contra el estigma que rodea al consumo de drogas para que la gente pueda obtener ayuda cuando la quiera y la necesite.