el minuto

Noticias

La Profecía del 2021, Vuelven los Hombres Buenos

Para ellos, el mundo era virtual (como el ciberespacio); invocaron preservar la naturaleza como residencia humana (hoy, Acuerdo de París); cultivaron igualdad entre hombre y mujer (actualmente, políticas de Estado); pidieron libertad de pensamiento (suscrito en la ONU y Constituciones políticas); practicaron el vegetarianismo (corriente saludable del mundo global), dignificaron el trabajo manual (consagrado por la OIT, siglo XX). Y, lo predicaron ¡Hace 1000 años.

Para ellos, el mundo era virtual (como el ciberespacio); invocaron preservar la naturaleza como residencia humana (hoy, Acuerdo de París); cultivaron igualdad entre hombre y mujer (actualmente, políticas de Estado); pidieron libertad de pensamiento (suscrito en la ONU y Constituciones políticas); practicaron el vegetarianismo (corriente saludable del mundo global), dignificaron el trabajo manual (consagrado por la OIT, siglo XX). Y, lo predicaron ¡Hace 1000 años!: Los Cátaros.


Escribe: Gary Ayala, Director del Diario El Minuto, Perú


Una alta civilización y mentalidad con fundamento espiritual, se erigió entre la oscuridad medieval inflamada por el poderío y corrupción de los Estados-Iglesia. Esta nueva presencia tenía por regla la austeridad, no mentir, no matar y nunca hacer juramentos.

El Papa Benedicto VIII, había sido colocado desde 1012 por sus padres (Condes de Túsculo, quienes disputaron el cargo con la familia Crescencio). Lo sucedió en 1024 su hermano, el Papa Juan XIX, laico a quien en un día consagraron hasta obispo, impuso la simonía: Venta del cielo por dinero.

Prosiguió el Papa Benedicto IX, joven sobrino del anterior (18 años), amante de orgías con niños y rameras; gobernó de 1032 a 1044; luego, de abril a mayo 1945 donde vendió su trono -por desposar a su prima- en 1,500 libras de oro al Papa Gregorio VI; y de 1047 a 1048 (estafa incluida) al recuperar el papado. Santo escenario.

La localidad francesa de Lemosín registró la inicial presencia cátara en 1012, su impresionante contraste con el sistema político-teocrático de entonces fue acogido por nobles, burgueses y campesinos quienes los veían como auténticos cristianos piadosos.



Así, se expandieron por la región de Occitania, particularmente, en la comarca de Languedoc a orillas del Mar Mediterráneo que antiguamente tenía a Tolosa como capital (parte alta) y a Montpellier (parte baja). Llegaron a Italia, Alemania, España y se posicionaron en la ciudad de Albi (Francia) por cuya razón les llamaron “albigenses”.

El Derecho a Obedecer

Los cátaros (del griego katharoi, los “puros”), ante la gran opulencia, degeneración moral y verticalismo de la autoridad religiosa de entonces, resurgieron las enseñanzas de Jesús y revivieron el estilo de vida de los primeros apóstoles. Su performance humilde y su lenguaje trasmitían palabras de veracidad, su relación con los demás era el de la solidaridad y tenían por consigna mejorar su bondad cada día hasta lograr la perfección; por ello, hicieron práctica real de un “Ama a tu prójimo, más que a ti mismo”.

La conducta de sus amistosos miembros: Simpatizantes, Creyentes y Perfectos, expuso una claridad y sencillez frente a los rigurosos ritos de la iglesia oficial que -con la hipocresía y cinismo de autoritarios Papas y obispos- ostentaba poder y riqueza. La norma coercitiva, más aplicada para los seres humanos, era el derecho a obedecer.

Ingresar al cielo, se hacía mentalmente más difícil para un mísero hombre pues sus “contribuciones” en dinero o tangibles a la iglesia eran insuficientes; en cambio, un rico estaba más cerca a Dios debido a sus mejores contribuciones por cuantía.

Las prédicas de Pedro de Bruys contra la idolatría, bautismo a priori y culto a los muertos; y las de Henri de Lausanne contra la rígida jerarquía eclesial y el falso puritanismo, tuvieron un gran impacto. Guillermo IX, duque de Aquitania (1071-1126), hombre de gran sensibilidad artística y considerado como el primer trovador y fundador de la lírica de Occitania, protegió al catarismo por la transparencia de su contenido. La fortuna del duque era tal que poseía más tierras que el propio rey de Francia, Felipe I. Fue excomulgado dos veces, aunque no se preocupó mucho por tales medidas.

El Nuevo Fiat Lux

El catarismo conoció el pensamiento de los esenios -custodios del Arca del Alianza en los años de Moisés- quienes eran antepasados de Jesús por el linaje de María, su madre. Este grupo espiritual devino en grandes coincidencias con principios indos persas y platónicos sobre el mundo. Las ideas de las sociedades orientales también fueron conocidas por el propio Jesús durante sus años de permanencia en Egipto y el tiempo no relatado en los evangelios de la iglesia romana. La Europa del Este fue una ruta que permitió además la convergencia de ideas venidas desde Bizancio hasta la Europa occidental.

El gnosticismo (conocimiento) ya se había cultivado en el territorio Mediterráneo durante los albores del cristianismo -siglo I hasta la mitad del siglo II- como una visión profunda del espíritu sobre la materia a la cual trascendía por medio de la sapiencia, la verdad y la mística divina. No requería templos, utensilios ni complejos protocolos.

El catarismo concibió que ángeles hermosos, inteligentes y rebeldes fueron expulsados del paraíso, cayeron a la Tierra, crearon una copia de su lar anterior y se convirtieron en monarcas, generales y prelados; pero el Supremo les dio una oportunidad de salvación y envió a un ser espiritual, Jesús. La misión estaba dada, se debía desempolvar el camino y mostrarlo nuevamente a todos en una lucha entre lo espiritual y lo material.

El cátaro era pacifista y no actuaba con fanatismo o temperamento de atacar a quienes no coincidían con ellos, es más, hubo fieles católicos que los vieron con agrado por su abierta solidaridad y caridad con todos; pero el celo de la autoridad papal y el poder real los veían como altamente peligrosos debido a su humildad en el estilo de vida y por aclarar la innecesidad de tributar a un poder religioso para ser salvo celestial; asimismo, por proclamar la liberación del alma y no sembrar culposidad en las conciencias.

Fueron acusados como herejes. La iglesia católica, la cual defendía el sistema social como voluntad divina y orden natural se atemorizó, intentó engatusarlos con argumentos para remediar su “desvarío”, pero al ver la firme convicción en un cristianismo verdadero optaron por su bendecida estrategia bélica: El uso de la violencia hasta la muerte.

El Laurel Reverdece en la Tierra Nueva

La cruel persecución armada se desató, el Papa Inocencio III, organizó con el apoyo de Felipe Augusto -rey de Francia- la Cruzada Albigense en 1209 lo que significó la cruel muerte de miles de hombres, mujeres, niños y ancianos junto a ciudades y documentos destruidos, aldeas incendiadas, campos de siembra quemados hasta el aniquilamiento de animales.

Como muestra, el 21 de julio la ciudad de Béziers fue sitiada, estaban refugiados muchos cátaros en hogares católicos que los apreciaban; entonces, el jefe militar, Simón de Montfort, preguntó al enviado papal, arzobispo Arnaldo Amalric, cómo diferenciaría a los “herejes”, a lo cual éste le respondió: “¡Matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos!”. Los soldados -a quienes se ofreció el perdón de sus pecados y libertad para el saqueo- asesinaron a casi 20 mil personas.

En 1229 se firmó un tratado para terminar con las masacres en el sur francés, a cambio los territorios se subyugaron al reinado de Francia; no obstante, el poder católico quería exterminar al catarismo por completo. Durante el papado de Gregorio IX se estableció la Inquisición, con ella se aseguraría el fin cátaro mediante penas como la confiscación de bienes, la tortura y la hoguera.

El castillo de Montségur al sureste de Carcasona, construido en un monte a 1.207 metros de altura, fue el último refugio de 200 cátaros entre Perfectos y Perfectas quienes fueron asediados casi un año hasta ser capturados por más de 20 mil soldados. El 16 de marzo de 1244 fueron muertos en una hoguera gigante en lo que hoy se conoce como el Campo de los Quemados. Algunos, esparcidos se ocultaron en Lombardía, el norte de la península ibérica y en los Pirineos.

Los documentos cátaros que se salvaron de la iglesia son el Rituel Cathare de Lyon y el Nouveau Testament en provençal. Creían en la dualidad del Bien (mundo espiritual) y el Mal (mundo material), pregonaron la igualdad del hombre y la mujer, la reencarnación hasta lograr la divinidad, el celibato, el vegetarianismo, el servicio al prójimo y la dignidad del trabajo manual.

Guillaume de Belibaste, fue el último cátaro en ser quemado en una hoguera en 1321. Extrañamente, tiempo después, Europa sufrió una pandemia llamada la “Peste negra” que mató a casi 200 millones de personas.

Pero, Belibaste, mientras se consumía en el fuego lanzó una profecía de bondad, dijo: “En 700 años el Laurel va a reverdecer y los cátaros vamos a volver a la Tierra”. Ese tiempo se cumple en el año 2021, con el anuncio de una iglesia nueva y el amor de Jesús. Algunos ya están y su presencia es invisible para los ojos mundanos. Si hay alguien a quien no le interesa ser rico, no se preocupa por patrimonios, siempre ayuda a los más necesitados, es cultivado de conocimiento y al hablar su voz suena a verdad, puede ser un cátaro.

Nacional

El Minuto | En el devastador contexto de los incendios ocurridos el pasado 2 de…

El Minuto | Durante la jornada de ayer, se desató un incidente impactante que revela…

El Minuto | En una emocionante gran final celebrada en el campus TCS Olympus de…

El Minuto | En pleno centro de Viña del Mar, ocurrió un trágico suceso, un…