Esta semana ha estado marcada por las controversias derivadas tras la condena, el 19 de julio, a seis años de cárcel por abuso sexual a dos menores de edad de Eduardo Macaya Zentilli, padre del senador Javier Macaya, quien hasta el martes era presidente de la UDI, cuando tuvo que renunciar a ese cargo.
El caso de Eduardo Macaya, recientemente condenado por abuso sexual infantil, ha generado una serie de cuestionamientos no solo sobre la culpabilidad del imputado, sino también sobre la ética profesional de los abogados involucrados. Este caso pone en evidencia las carencias y los desafíos en la formación y regulación de los abogados en Chile, revelando la urgente necesidad de reforzar la ética profesional en la educación legal y en la práctica diaria.
Por: Ricardo Bravo Cornejo | Abogado
El Rol de la Ética en la Profesión Legal
El Código de Ética Profesional del Colegio de Abogados de Chile establece principios fundamentales que deben guiar la conducta de los abogados, incluyendo la lealtad, independencia y confidencialidad. Sin embargo, la práctica profesional a menudo se ve comprometida por intereses personales y la falta de un control efectivo. En el caso de Macaya, observamos cómo estas fallas pueden influir negativamente en la percepción de justicia y en la confianza pública hacia el sistema legal.
La revelación de conversaciones privadas del abogado Luis Hermosilla ha destacado problemas sistémicos como la probidad de los funcionarios públicos y el tráfico de influencias. Estos eventos subrayan la falta de un control riguroso sobre la conducta de los abogados y la necesidad de un marco ético sólido y respetado.
Formación Ética en las Escuelas de Derecho
La proliferación de escuelas de Derecho en Chile ha llevado a una masificación de la formación legal sin un enfoque adecuado en la ética profesional. En las últimas décadas, el número de facultades de Derecho ha crecido exponencialmente, pasando de cinco en los años 70 a más de sesenta en la actualidad. Sin embargo, pocos programas incluyen cursos obligatorios de ética profesional, lo que deja a los futuros abogados sin una base sólida en principios éticos fundamentales.
Un académico del rubro, en una columna para CIPER, ha expresado su preocupación por esta carencia, señalando que muchas escuelas de Derecho no enfatizan adecuadamente la formación ética de sus estudiantes. La falta de control sobre la profesión entre pares y la cercanía inapropiada entre los poderes del Estado agravan esta situación, permitiendo que prácticas antiéticas prosperen sin consecuencias significativas.
Control y Regulación de la Profesión
El control sobre la profesión legal en Chile es casi inexistente. Durante la dictadura, se prohibió la colegiatura obligatoria, lo que hizo que el control por parte de los pares fuera voluntario. Aunque el Colegio de Abogados ha fortalecido su sistema de control ético, incluyendo un nuevo código y un sistema de juzgamiento por pares, este sistema no ha sido suficiente. Por ejemplo, el código establece un principio general de lealtad hacia las instituciones, proscribiendo prácticas que demuestran un desprecio por sus valores. Sin embargo, este sistema debe suspender el procedimiento cuando hay una investigación penal abierta, limitando su efectividad.
En Chile, la ética profesional en la abogacía ha sido desatendida durante décadas. Esta negligencia ha llevado a que la profesión de abogado se convierta en una disciplina desestructurada, carente de reglas claras y obligatorias sobre deberes y limitaciones. Además, este vacío ético ha permitido que algunos abogados actúen como agentes de la degradación de nuestras instituciones.