Francia: triunfo de los populismos

Publicado por Diario El Minuto
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Las elecciones del pasado domingo 7 de julio de 2024 dieron al Nuevo Frente Popular liderado por el izquierdista Jean - Luc Mélenchon el primer lugar en las reñidas elecciones parlamentarias.  La derechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen quedó en tercer lugar, luego de la reacción del electorado francés ante una suerte de campaña de “miedo”. Al parecer el presidente Macron quedó atrapado entre dos fuegos: el ascenso del populismo, ya sea de izquierda o derecha, pone en evidencia que su proyecto político está siendo abiertamente cuestionado.

Por. Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director de Diario El Minuto para Argentina

 El mundo al parecer contiene la respiración con el ascenso de la Agrupación Nacional (RN por sus siglas en francés), pero las elecciones del pasado domingo 7 de julio de 2024 la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular, alejó por el momento la posibilidad del acceso de la extrema derecha al poder. Pero su crecimiento es una realidad, dado que pasó de 89 escaños a 143. La maniobra de Macron tuvo un éxito parcial.  En el Parlamento Europeo el acuerdo entre Le Pen y Viktor Orban, primer ministro húngaro, de tendencia ultranacionalista, permite al llamado populismo de derecha perfilarse como tercera fuerza en Bruselas.  En el plano doméstico, todavía queda un largo camino si el Nuevo Frente Popular, podrá conciliar las posturas radicalizadas e Mélenchon y los socialistas de Hollande, agregándose las profundas diferencias con el macronismo para formar una coalición estable. Por lo tanto, las posibilidades que la extrema derecha de Le Pen para formar gobierno no son tan lejanas como parece.

Jean Marie Le Pen creador del Frente Nacional, era un negacionista y tuvo que rendir cuentas a la justicia por comentarios antisemitas.  Por ejemplo, en una entrevista en 1987 señaló: "No digo que las cámaras de gas no existieran. Yo no las vi. No he estudiado especialmente la cuestión. Pero creo que es un detalle en la historia de la II Guerra Mundial". Este tipo de comentarios, favoreció a la creación de un frente republicano, denominación de los votantes que se oponían al ascenso del Frente Nacional.  En 2015 el veterano Jean Marie fue expulsado del partido agregándose el incremento de las diferencias políticas con su hija. Marine Le Pen trabajó intensamente para suavizar la imagen del Frente. En 2018 cambió su denominación por Agrupación Nacional o RN en sus siglas en francés.  En el marco de esta estrategia, el partido de Le Pen fue solidario con las víctimas por el ataque terrorista de Hamas en octubre de 2023.

La postura anti UE fue dejada de lado. Le Pen no habla de un “Brexit” a la francesa, sino de plantear un cambio de rumbo de la relación de Francia con Bruselas. Los jóvenes tienen un rol central en la estrategia del partido como el caso de Jordan Bardella de 28 años. Si en la segunda vuelta electoral, RN alcanza los votos necesarios, Bardella será el nuevo primer ministro.  El cambio de imagen extendió la base electoral de desempleados y sectores pobres de las grandes ciudades a sectores medios, adultos mayores y jóvenes descontentos de la política tradicional.  Este proceso de cambio, viene de 2002 cuando Marine Le Pen en las elecciones presidenciales, fue a segunda vuelta con Jacques Chirac, desplazando al líder socialista Lionel Jospin. La izquierda muy a su pesar apoyó al conservador Chirac, considerándolo un mal menor frente a Le Pen.  El denominado “cordón sanitario” como denominan los medios franceses a los detractores del RN, permitió que en 2017 Macron fuera presidente por el 66% de los votos frente al 34% de Le Pen. Pero los votos del actual presidente galo no eran genuinos, sino que parte de ellos son de la izquierda.

La caída del poder adquisitivo, un desempleo del 7.3%, el estancamiento económico, el alza de precios. El presidente Macron, claramente desgastado tuvo que lidiar con el movimiento de los “chalecos amarillos” en 2018 como de las protestas por el cambio de la edad de jubilación, que movilizó a importantes sectores de la sociedad francesa.  Este fenómeno creó el campo propicio para que el discurso del RN contra el presidente Macron al considerarlo parte de la “casta política” y la elite tecnocrática neo liberal. La popularidad del jefe del estado francés se vino abajo y su proyecto de modernización económica, junto a la estética de “presidente monarca” está abiertamente cuestionada.  Francia es un país dirigido por una elite egresado de las Escuela Nacional de Administración y la Escuela Politécnica. Esa visión elitista quedó plasmada en el discurso de Macron al inaugurar una terminar ferroviaria: ‘Una estación es un lugar donde se cruza la gente exitosa y los que no son nada’ (sí, «qui ne sont rien»).”

Le Pen y la nueva derecha populista “light”

El ascenso de la extrema derecha encontró en la candidatura del escritor y polemista Éric Zemmour, un impulsor del antiguo Frente Nacional. A pesar de dividir los votos de la extrema derecha, benefició a Le Pen mostrándola moderada.  Zemmour señala que Francia se está suicidando. Agregándose su peculiar visión de la historia, especial respecto al régimen de Vichy, al relativizar el colaboracionismo (un tema espinoso hasta en la Francia de hoy). Lo más polémico, es que Zemmour, sus padres eran judíos radicados en Argelia y llama poderosamente la atención considerar que el régimen de Petain “protegía” a los judíos franceses. El citado escritor abrió nuevos frentes de tormenta respecto a los musulmanes, especialmente ante hechos de terrorismo y elementos radicalizados, además intentó aglutinar a disidentes del Frente Nacional, entre ellas la sobrina de Le Pen de 22 años, Marion Maréchal Le Pen. No obstante, Zemmour fue visto por electorado como alguien ligado al establishment (su campaña fue financiado tiene el apoyo del magnate de medios Vincent Bolloré.  Marine Le Pen, con su imagen rodeada de gatos, un discurso “gay friendly” a tal punto que captó votos de este segmento de la población. La explicación el clima de intolerancia en las periferias de las grandes ciudades, por parte de grupos islamistas, atraen este sector al RN, que se atreve a criticarlos abiertamente.  En otras palabras, el aparente intento de Zemmour de captar votos de Le Pen y la esperanza de Macron de dividir al RN, fracasó, dado que Marine salió reforzada y amplió su electorado por el rechazo de sectores conservadores al discurso de Zemmour.

Esta versión de nacionalismo francés edulcorada, tiene un discurso de tolerancia al colectivo LGTB, de protección del medio ambiente, desarrollo sostenible, pero manteniéndose firme respecto a los controles migratorios (el espacio Schengen quedaría reservado solo a ciudadanos europeos), reducir el nivel de injerencia de la Comisión Europea.  En el plano económico propone mayor protección a la industria nacional, reducir tarifas de servicios públicos, proteger el sector agropecuario; reforma fiscal para incentivar la natalidad; programa de créditos hipotecarios para parejas que quieran tener un tercer hijo; suprimir el impuesto a las ganancias para menores de 30 años, y derogar la reforma previsional de Macron (algo que sin ninguna duda atrae muchos votos).  Bardella el delfín de Marine Le Pen y posible primer ministro, se opone la extensión de la UE al Este de Europa y especialmente a Ucrania.

La política migratoria, uno de los ejes históricos del RN, en las propuestas de Le Pen los cambios incluyen el fin de la prestación médica gratuita a inmigrantes indocumentados, limitaciones para acceder a la ciudadanía francesa a hijos de inmigrantes ilegales; los puestos de trabajo considerados estratégicos solo serán para los franceses, quedando excluidos aquellos que tienen doble nacionalidad.

En lo referente a Ucrania la postura de Le Pen – Bardella, se oponen al envío de instructores franceses para las fuerzas de Kiev, como la transferencia de misiles de largo alcance que puedan golpear objetivos en Rusia. Incluso se oponen a mayores ayudas a los ucranianos. La opinión pública tiene sus cuestionamientos ante los pedidos de Zelenski, dado la alta tasa de pérdidas. De alguna manera el RN sigue los pasos del polémico primer ministro Orban de Hungría.

El país viene sacudido por problemas de una creciente violencia juvenil, especialmente por jóvenes musulmanes. El caso de Samara Radjoul conmocionó al país. La joven de 14 años fue salvajemente golpeada por jóvenes de su edad, al acusarla de “impía” por maquillarse y no usar el hiyab. La chica terminó internada en estado de coma por varios días. Desde hace meses en Francia, se han sucedido muchos enfrentamientos entre bandas de jóvenes y adolescentes de familia musulmana contra bandas no confesionales. La policía ha intervenido en muchas ocasiones. Imanes franceses moderados han sido amenazados de muerte por líderes radicalizados que viven en el país.  Los maestros y profesores de escuelas públicas se ven muchas veces amenazados por estos elementos radicalizados, incluso en los últimos tiempos dos fueron asesinados.  En el suburbio parisino de en Drancy, el iman Hassen Chalghoumi, francés de origen tunecino, está amenazado de muerte de los islamistas, por defender la legislación que prohíbe el velo y las indumentarias islámicas en escuelas y colegios (dado que Francia es un estado laico y limita las exhibiciones “ostentosas” de carácter religioso) y salió en defensa de la chica agredida por estas razones: “Samara es una víctima. Rezo por ella, para que pueda recobrar la salud y una vida normal. Ella y muchos otros son víctimas de los traficantes de odio, los Hermanos musulmanes, en particular. Esta violencia de la que somos víctimas no tiene nada que ver con la religión musulmana. Es una violencia de los fanáticos islamistas”.

Las autoridades de seguridad francesas están preocupadas por la radicalización de los jóvenes y adolescentes de los barrios periféricos de las grandes ciudades.  En 2023, los servicios de inteligencia criminal abortaron tres intentos de atentados terroristas. Asimismo, la guerra de Gaza exacerba los ánimos. Los jóvenes hijos de inmigrantes norteafricanos se ven seducidos por el yihadismo como las bandas criminales vinculadas al sicariato y el tráfico de drogas.

Los problemas antes descriptos no fueron resueltos por la política tradicional francesa.  Existen sectores de la sociedad que no se identifican con el país y sus valores. Esto lo receptó con suma habilidad el RN de Le Pen y ello impactó en su crecimiento.  La ciudadanía tiene otras prioridades que están lejos de lo que pasa en Ucrania, África, el Próximo Oriente o lo que deciden los políticos en Bruselas.  El mensaje es claro, que el camino que tomó Macron, no es acompañado por la ciudadanía y la incapacidad de escuchar este reclamo, llevó a muchos franceses apostar por partidos o grupos políticos disruptivos y con posturas radicales.

El Nuevo Frente Popular ¿victoria de corto plazo?

En las elecciones del domingo 7 de julio de 2024, una vez más el llamado “cordón republicano” vetó la posibilidad de un gobierno liderado por el partido de Le Pen. Los votantes salieron masivamente apoyar a la izquierdista populista del Frente Popular de Mélenchon, seguido por el macronismo y en tercer lugar el RN de Le Pen. Al conocer los resultados Mélenchon desechó la idea de un acuerdo de coalición con Macron y exigió que el presidente francés lo designe primer ministro.  Este personaje, que admira a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, tiene posturas cercanas del Grupo de Puebla, sostiene la salida de Francia de la OTAN, es abiertamente solidario con la palestina (omitiendo criticar los grupos radicalizados de este origen) y con duras críticas a Israel. En su momento en calidad de asesor del presidente Mitterand, tuvo un papel controvertido especialmente ante la tragedia de Ruanda, donde los servicios secretos galos apostaron al régimen genocida de Kigali.  En junio de 2024 los diputados del Nuevo Frente Popular se ausentaron junto a sus colegas de la extrema derecha ante la visita del presidente ucraniano Zelenski.

Mélenchon, condenó la invasión rusa a Ucrania, no cuestionó la ayuda militar occidental, pero mantiene la postura de la necesidad de una conferencia de paz y niega que Moscú sea una amenaza para Europa: "No somos ni ucranianos ni rusos y no es cierto, contrariamente a la escalada verbal sobre el tema, que estemos amenazados en toda Europa ". Otras dudas que despierta el Nuevo Frente Popular sus diferencias internas, especialmente entre las posturas del partido de Mélenchon de Francia Insumisa y los socialistas, aliados no por convicción, sino “unidos por el espanto” frente a Macron y la derecha de Le Pen.

Más allá que los medios hablan del triunfo de la izquierda, a nuestro juicio, quien triunfó es el populismo, poniendo en evidencia que los políticos tradicionales en Europa están siendo abiertamente cuestionados por los ciudadanos. Sea como fuere, la tan temida extrema derecha, alcanzará el poder, pero su base social se amplió y es un actor relevante de la política francesa. Francia está polarizada, dividida en tres fuerzas que no alcanzan a tener una mayoría suficiente y no queda otra negociar o generar consensos, algo muy complicado, dado las posturas del Nuevo Frente Popular y la Agrupación Nacional.  El artífice de este resultado ha sido el presidente Macron con sus desaciertos.

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