Ocho partidos defienden el sistema electoral ante las críticas de Jair Bolsonaro

Ocho partidos brasileños salieron este sábado en defensa del sistema electoral del país a raíz de las más recientes dudas expresadas por el presidente Jair Bolsonaro, que expresó temores sobre la transparencia de los comicios del año próximo.

La democracia es uno de los logros más importantes del pueblo brasileño, un logro innegociable”, sostiene una declaración conjunta de los ocho partidos políticos, de un arco político que incluye laboristas, socialdemócratas y verdes.

“Ninguna forma de amenaza a la democracia puede ni debe ser tolerada, y no lo será”, agrega el comunicado en conjunto.

La declaración surge a raíz de comentarios hechos este viernes por Bolsonaro en los que expresó que ante los comicios de octubre de 2022 está en “preparación un fraude”, al salir al paso de encuestas que muestran una fuerte caída en las preferencias electorales hacia él.

“Parece que ya sabemos quién ganará en 2022”, dijo Bolsonaro a un grupo de seguidores y y agregó: “¿Será que vamos a entregar (el poder)?”.

Como respuesta, los ocho partidos destacaron que defenderán “de forma intransigente” el derecho a voto. “Quien se coloque contra ese derecho de libre elección de los ciudadanos tendrá nuestra más firme oposición”, agregaron.

No es la primera vez que Bolsonaro ha puesto en duda la transparencia de los próximos comicios, porque ya en otras ocasiones ha expresado sus dudas sobre la limpieza del sistema electrónico de votación, adoptado por Brasil hace más de dos décadas.

Sin aportar pruebas, Bolsonaro considera que ese sistema favorece “el robo” de las elecciones.

Sus declaraciones se conocieron después de que este viernes una encuesta de la firma Datafolha, en línea con sondeos recientes, indicó como claro favorito para 2022 al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Según Datafolha, Lula ganaría en segunda vuelta, con un 58 % de los votos, frente al 31 % que obtendría Bolsonaro, quien además perdería ante otros posibles candidatos, como el laborista Ciro Gomes y el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, de centroderecha.