Perú: Oposición con disfraz de Periodismo
El Minuto | La ola mediática desatada durante la campaña electoral que llevó al profesor rural, Pedro Castillo Terrones, a la presidencia de la república, no ha cesado en su ánimo confrontacional. La propiedad de los mass media, en manos de pocas familias, ha determinado el despliegue de una demoledora oposición mediática contra el mandatario. Federico Pflucker Vernal, dirigente sindical y secretario de Prensa en Petróleos del Perú, escribe sus apreciaciones.
Por: Federico Pflucker, colaborador de El Minuto, Perú
Una de las profesiones más envilecidas en el Perú es el actual periodismo debido a su condicionada dependencia de grupos económicos. Es comprensible que los periodistas -quienes dependen de un sueldo- intenten conservar su trabajo, pero hay canales de televisión que han contratado a las personas más destructivas del periodismo amarillo.
Este contexto, actualmente, ha desvirtuado a este ejercicio y lo ha denigrado a la categoría de horrendo, de efecto náusea.
Es preciso reconocer el rol empresarial en el desarrollo del país, en ello existe inversión, creación de puestos de trabajo y de riqueza. Su aporte es irreemplazable por lo cual no debe confundirse una crítica realista con un comentario distorsionado o sesgado.
Se puede ser pro empresarial, pero no se puede ser ciego ante una situación donde personas que hacen periodismo saben que mienten pero lo hacen en calidad de operadores políticos de poderosos dueño de empresas.
Explicado esto, se hace necesario cuestionar cómo diecisiete familias son las que detentan el verdadero poder con grandes fortunas y oligopolios, cómo un solo grupo maneja el 80% de los periódicos y varios canales de televisión, y cómo compañías como la telefónica, algunas mineras y otras no paguen impuestos al Estado.
Todo es ocultado por los medios en una campaña estratégica que pretende lograr el fracaso del actual gobierno cuando tiene poco más de un mes de iniciado. Esto recuerda los versos del poeta Nicomedes Santa Cruz: “Todos piden que camine / y lo parieron ayer / otros que se le elimine / sin acabar de nacer” y esa es la diferencia, porque si este gobierno estuviera en manos de algún miembro de la política tradicional, de seguro aquellos periodistas serían fieles serviles.
Al tratarse de alguien que busca justicia social, que ostenta trayectoria de dirigente sindical y que además proviene de un lejano pueblo de la sierra, como Castillo, entonces, hay que insultarlo, difamarlo y terruquearlo. Para ello -por ejemplo- el señor Erasmo Wong Lu, en su canal de TV Willax, contrata a lo más abyecto del periodismo.
Esto no es poco decir entre tantos mezquinos que abundan en este oficio, pero son ellos quienes se llevan el galardón mayor, y de lejos.
A los conductores de programas de este canal, Phillip Butters, Humberto Ortiz (“Beto”) y la señora Milagros Leiva, hay que recordarles -sea, o no de su agrado- que no deben comportarse como si no conociesen la Constitución Política actual.
Aún, ante las imperfecciones que podría contener la carta magna, es menester brindarle una hojeada de vez en cuando. Al fin y al cabo, es nuestra Constitución y allí se registra con mucha claridad: “El Presidente del Perú personifica a la nación”. Se comete, pues, un agravio contra los peruanos al insultarlo.
