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Ser un inversor tranquilo y paciente

En un año muy volátil para los inversores, les cuento acerca de cómo obtener buenos resultados invirtiendo su dinero. Estamos a las puertas de cerrar un año que difícilmente olvidaremos.

En un año muy volátil para los inversores, les cuento acerca de cómo obtener buenos resultados invirtiendo su dinero. Estamos a las puertas de cerrar un año que difícilmente olvidaremos.


Por: Daniel Defant | Corresponsal de Argentina


Una crisis que no solo ha golpeado la economía argentina, sino que ha tenido repercusiones en todo el planeta, sumando a una situación que nos afectó incluso en nuestra forma de trabajar y de nuestras relaciones sociales. 2020 ha sido el año en que estuvimos todos arriba del mismo barco enfrentando una pandemia sin precedentes en su alcance mundial.

Personalmente soy de aquellos que les gusta extraer enseñanzas de las situaciones vividas y creo que este año me ha dejado muchas.

Tratándose de escribir para medio periodístico digital de alcance universal no puedo dejar de lado todo el análisis que se merecen los mercados financieros, creo que hay mucho por aprender de ellos.

Si miramos el índice norteamericano que nuclea a las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos, el S&P 500, podremos notar que el año podría dividirse en dos partes.

LAS VENTAS EN PANICO

Luego de un inicio de año auspicioso con suba cercana al 5% en apenas dos meses, el 20 de febrero comenzó un proceso de caída fuerte en donde los mercados digerían la aparición del Covid-19 y la llegada de una pandemia global que golpearía el crecimiento y la actividad económica a lo largo y ancho de todo el mundo.

Durante esos días muchos vendían a cualquier precio sus inversiones sin siquiera mirar las perspectivas futuras que las empresas tenían.

Por esos días todos aquellos que tenemos la difícil tarea de influenciar siendo consultores nos ha tocado en suerte ser mucho más psicólogos que asesores financieros.

Muchos interrogantes con pocas respuestas:

¿Será cierto que desaparecerá Coca Cola?

¿Será verdad que la gente nunca más podrá viajar?

¿Nunca más nos sentaremos a comer en un McDonald’s?

…Será verdad que ya no utilizamos los Smartphones? …

Fueron momentos en que los mercados se volvieron locos e irracionales en contextos que implican tener la mente fría sin entender lo que sucede.

Todo se ve como en un numerito dibujado en la pantalla que no entiende que esa acción es la realidad pequeña de la empresa que forma parte cada uno.

Si mañana viene una persona y le ofrece 200.000 dólares por su propiedad y al mes esa misma persona vine y le ofrece 140.000 dólares; ¿saldrías corriendo a venderla? Si no la vendiste en doscientos; ¿porque lo harías ahora en ciento cuarenta?

¿Paso algo sustancial que modifique el valor de tu casa hacia el futuro?

Si no lo harías con tu casa; ¿porque lo haces con tus inversiones?

Hay una frase que no me canso de repetir: “Las inversiones en bolsa tienen algo que es una bendición y maldición a la vez: todos los días tienes un precio diferente para tus inversiones”

Esto es una bendición porque en caso de necesitar tu dinero para una emergencia, en menos de una semana en la inmensa mayoría de las inversiones bursátiles podés hacerte de todo tu capital.

¿Te imaginas teniendo que vender un inmueble en tan solo una semana para disponer de ese dinero por una emergencia?

Misión imposible; o mucha suerte sobredimensionada.

Pero de la mano de esta bendición, también llega una maldición.

El gran poder de conllevar una gran responsabilidad decía en Spider Man.

Es el que todos los días haya un precio, no significa que todos los días tengas que hacer algo con tus inversiones.

Ese precio puede diferir del valor intrínseco que tiene una inversión.

Por eso es muy importante entender las inversiones realizadas y tener un plan de inversiones, que hayas pensado con la mente en frio y atenerte a él.

Luego de las importantes caídas del primer trimestre del año, el mercado comenzó un rally impresionante: hubo subas hasta del setenta por ciento acumulada desde el piso de marzo.

Aquellos que vendieron en el piso seguramente hoy se agarran la cabeza al ver estos números.

A su vez, existen agoreros y profetas del apocalipsis que plantean que esto es una burbuja a punto de estallar, consiguiendo entrevistas y lecturas de notas rimbombantes que impiden a las personas tomar la decisión de invertir.

También puede darse el caso de aquellos que recién comenzaron a invertir en estos últimos meses del año y que piensan que la bolsa siempre sube a ese ritmo, pensando que pueden volverse millonarios de la noche a la mañana.

Lamento dar la mala noticia de que esto no es así como se construye un patrimonio en la bolsa de los mercados financieros.

Cuando se trata de tus inversiones, es aconsejable mirar la película y no la foto.

Si miramos el año completo, S&P500 está cerrando el año con una suba cercana al 15%.

¿Cómo leer esto?

Si lo miramos desde la óptica de aquellos que vendieron 30% abajo y ahora ven estos números es para agarrarse la cabeza.

Y si lo hacemos desde la óptica de aquellos que compraron el mínimo y a hoy ganan cerca del 70% (te aseguro que son muchos menos de los que escuchas por ahí), parece un numero pobre.

El tema es que es muy difícil, te diría imposible, tener el timing perfecto a la hora de invertir.

No se trata de tomarle el tiempo al mercado, sino tiempo en el mercado dice Warren Buffet.

A lo largo de la historia S&P500 ha rendido el 9% anual en dólares.

Desde ese punto de vista, podríamos decir que se trata de un muy buen año ya que su rendimiento fue un 66% más que la media.

Pero lo importante que debes saber cómo inversor es que hay que tener un plan de inversión de largo plazo, con una cartera diversificada, y no dejar que el ruido de corto plazo lo afecte.

Obtener ese 9% anual puede hacer una gran diferencia para tu patrimonio con el paso de los años.

Es una tasa que cada 8 años duplica tu capital.

Si invertir 10.000 dólares, en 8 años serian 20.000 dólares, en 16 años 40.000 dólares, en 24 años 80.000 dólares y en 32 años 160.000 dólares.

Asumiendo que no seguís invirtiendo dinero nuevo, siendo que una persona que tiene un plan de inversión seguramente incluirá ir sumando nuevos ahorros cada año.

Este año tan incierto y difícil para todos nos ha dejado como enseñanza entrever la paciencia de la que debemos armarnos.

Paciencia, es la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse.

“soportar la desgracia con una paciencia ejemplar; tuvo la calma o la tranquilidad para esperar”.

“Ten paciencia, que enseguida acabo con esto y paso a buscarte”.

La paciencia bíblica es una sujeción ejercida por Dios, o dada por el, frente a la oposición o la opresión.

No es pasividad.

La iniciativa se origina en el amor por algo que nos permite enfrentar el mal de esta manera.

Psicológicamente hablando la paciencia es la habilidad que tiene una persona para tolerar situaciones que le son desfavorables ante las cuales no podemos muchas veces tener control alguno, como por ejemplo ante un desastre natural.

Conseguirla es aprender y saber que cada cosa lleva su tiempo, es vivir el día a día, solo preocupados por el ahora, tomar motivos para pensar en racional, tomando distancia del conflicto, reconocer los aportes de los demás, bajar la velocidad, respirar profundo para desarrollar una acción que es fundamental:

“La paciencia es acción”.

No es la habilidad de esperar, sino la habilidad de mantener una buena actitud mientras esperas.

Es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufre, nuestro ego no se deja dominar.

Para concluir, les dejo a todos mis deseos de una NAVIDAD FELIZ, con la tristeza de no entender lo que no se entiende, ¡¡¡de las ausencias… pero por sobre todo CON PACIENCIA!!!

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