Hace algunos años, en el marco de una agrupación política, se me dijo que, debido a mi juventud, no tenía lugar y que debía concentrarme en estudiar y disfrutar de mi edad, que no estaba preparado para adentrarme en la política, a pesar de mis buenas ideas. En aquel momento, con 28 años, consideré esas palabras una absoluta injusticia. Hoy, la sociedad clama por un relevo generacional en la clase política. No solo se necesita gente más joven, sino personas con “alma joven” capaces de liderar transformaciones y guiar a toda una nación en tiempos de zozobra. Existen numerosos casos de liderazgos jóvenes que han estado a la altura de las circunstancias.
Por: Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director de Diario El Minuto para Argentina
Los Primeros Años y la Formación de un Revolucionario
El 9 de junio se recuerda la muerte del primer presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en el campo de batalla. Esta inteligencia singular, como señala acertadamente el prestigioso académico Dr. Carlos Ruiz Miguel, nació en el seno de una familia nómada, lo que hace difícil precisar su fecha exacta de nacimiento.
Brillante estudiante, El Uali logró ingresar en la universidad en la vecina Marruecos, donde se puso en contacto con otros estudiantes saharauis y se impregnó de las corrientes revolucionarias de la época. Aquel joven, lleno de inquietudes, sueños e ideales, como sus compañeros, quedó fascinado por los profundos cambios que ocurrían en el mundo. La idea de cambiarlo parecía estar al alcance de la mano.
Militancia, Exilio y el Nacimiento del Frente Polisario
Su militancia le llevó a la cárcel y al exilio, por manifestarse abiertamente a favor de la independencia del Sahara Español. El destino lo condujo a Argelia, donde entró en contacto con el Frente de Liberación Nacional (FLN) argelino, que gozaba de un "halo" sagrado por su épica lucha contra el colonialismo francés. El Uali Mustafa Sayed buscó apoyo para la causa saharaui y lo encontró en la Revolución Libia, liderada por el joven coronel Muammar Gaddafi.
En esos días, los cambios sociales ocurridos en el Sahara Español crearon las condiciones para la formación de una conciencia nacional saharaui, dando paso al germen de un movimiento nacionalista. Inicialmente, este movimiento tuvo un carácter pacífico bajo el liderazgo del carismático Bassiri. Sin embargo, la trágica desaparición de este personaje, debido a la dura respuesta de las autoridades coloniales españolas, radicalizó el movimiento saharaui. El tiempo del diálogo había terminado; había llegado la hora de las armas y de pasar a la acción.
El Frente Polisario y el Liderazgo de El Uali Mustafa Sayed
Un grupo de representantes del pueblo saharaui en Mauritania decidió crear el Frente Polisario en mayo de 1973, y pocos días después, sus hombres tuvieron su bautismo de fuego. En todos los combates y acciones de resistencia, estuvo presente El Uali, un hombre de veintitantos años. El prestigio ganado entre sus compañeros de lucha lo llevó a ser elegido Secretario General del Frente Polisario en el II Congreso, convirtiéndose en el máximo líder del movimiento revolucionario en 1974.
La Traición de España y la Proclamación de la RASD
En 1975, Marruecos presionaba abiertamente en su reclamo sobre el Sahara Español, sin tener en cuenta lo que opinaban los saharauis. Mientras tanto, España mostraba un comportamiento contradictorio: por un lado, hablaba de un referéndum sobre autodeterminación, mientras ciertos sectores del gobierno español apoyaban la tesis entreguista, traicionando al pueblo saharaui y las promesas de Madrid.
El Uali lideraba un movimiento pequeño y con escasos recursos. Se enfrentaban a gigantes, y la victoria parecía un espejismo, pero eso no lo desanimó. Su carisma, fuerza juvenil y carácter especial le permitieron continuar la lucha iniciada en 1973. Las escaramuzas con las fuerzas españolas fueron forjando las fuerzas saharauis y su líder. Es importante destacar que El Uali solía luchar en primera línea.
En 1975, un año negro para la historia del pueblo saharaui, España decidió abandonar a los saharauis intempestivamente. El rey Juan Carlos I, que ahora ha dejado la Corona, había prometido defender la libertad del pueblo saharaui y sus derechos. Sin embargo, a los pocos días, el gobierno español hizo las maletas y dejó el Sahara en medio de una brutal invasión perpetrada por Marruecos y Mauritania.
La Resistencia Saharaui y el Legado de El Uali Mustafa Sayed
La llegada de los invasores estuvo precedida de actos de violencia, y el terror se apoderó de la población civil, que no dudó en emprender el exilio hacia el desierto. Millares huyeron de sus hogares con lo puesto. Antes de que la presencia española expirara formalmente, según los siniestros Acuerdos de Madrid, el 27 de febrero de 1976, en la localidad de Bir Lehlú, el Consejo Nacional Saharaui proclamó la RASD, y El Uali Mustafa Sayed fue nombrado presidente.
La guerra era una realidad y todo parecía perdido. Un pueblo huía por el desierto mientras los invasores, con el apoyo de grandes potencias occidentales y numerosos recursos materiales, parecían invencibles. Parecía que en semanas el Frente Polisario sería barrido de la faz de la tierra. Sin embargo, solo un liderazgo de excepcional calidad y talento estratégico, como el de El Uali Mustafa Sayed, pudo mantener al pueblo unido y aprovechar al máximo la ayuda externa proveniente de Libia y Argelia.
La Muerte de El Uali y su Impacto en la Lucha Saharaui
El 9 de junio de 1976, en medio de los combates en la región de Akjujt, Mauritania, El Uali Mustafa Sayed murió junto con su ayudante, Lubeid Uld Larosi. Su pérdida causó una profunda conmoción en el pueblo saharaui, que había perdido a su carismático líder. El primer presidente de la RASD solo tenía 27 años. Posteriormente, el III Congreso del Frente Polisario designó a Mohamed Abdelaziz como su sucesor.
El liderazgo audaz de El Uali permitió a las unidades militares saharauis perfeccionar sus tácticas de guerra de guerrillas en el desierto, únicas en su tipo, lo que les permitió hacer frente a fuerzas diez veces mayores. La estrategia militar planteada contra Mauritania por El Uali tuvo sus efectos: el régimen de Uld Daddah, cómplice de Hasan II en la invasión del Sahara Occidental y responsable de crímenes contra la humanidad, cayó. Mauritania quedó exhausta y con una economía en ruinas por la aventura.
Sin lugar a dudas, luchas como la del pueblo saharaui y el ejemplo de El Uali Mustafa Sayed son fuentes de inspiración para quienes luchan contra la injusticia, la opresión y la ausencia de libertad. Esperamos que la Historia algún día reivindique a este joven que murió en defensa de la dignidad y libertad de su pueblo.