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Alejandro Cáceres: El Hacker que paralizó Corea del Norte desde su hogar

Oed Marcelo Bustamante
Oed Marcelo Bustamante
Columnista | Diario el Minuto

Un Comienzo Turbulento

El inicio de 2022 fue agitado para los altos mandos en Pyongyang. Durante enero, el ejército norcoreano llevó a cabo múltiples pruebas de misiles balísticos, celebradas con entusiasmo por el régimen. Sin embargo, la celebración fue breve. Tras el último ensayo, una serie de ciberataques provocó la caída de Internet en todo el país, dejando colgados los sistemas durante más de una semana. Primero fallaron los principales sitios web nacionales, incluyendo el portal oficial de noticias y la página de reservas de la aerolínea estatal. Luego, se interrumpieron las conexiones del estado asiático con el resto del mundo. No se podían enviar ni recibir emails ni utilizar servicios en la nube; el bloqueo fue total.

El Origen del Ciberataque

Aunque la coincidencia entre las maniobras militares y el ataque cibernético sugirió a muchos que se trataba de una represalia de algún gobierno occidental, la realidad fue diferente. Todo fue orquestado por un solo hombre desde su casa en Miami, conocido como P4x (se pronuncia Pax). Trabajando por las noches en pantalones cortos y chanclas, P4x escribió programas en su portátil, alquiló servidores remotos y observó cómo sus planes se ejecutaban. Su motivación no fue geopolítica, sino personal: los norcoreanos habían intentado hackear su ordenador un año antes. “Había que hacer algo. Creo que si alguien te ataca, tienes que responder”, dice P4x en una entrevista con EL PAÍS.

Documentación y Revelación

P4x documentó su ciberataque grabando videos y tomando capturas de pantalla para probar que lo había hecho solo. Wired confirmó su autoría y publicó la historia en febrero de 2022. Ahora, dos años después, P4x ha decidido revelar su identidad. Alejandro Cáceres, de 39 años, es el hombre detrás del seudónimo. Dueño de la empresa de ciberseguridad Hyperion Gray, Cáceres nació en EE.UU. de padres colombianos. Lleva tatuajes que reflejan su compromiso con la comunidad hacker, incluyendo su antiguo sobrenombre, _hyp3ri0n, y un hash criptográfico.

Medidas de Precaución

A pesar de haber desafiado a un régimen totalitario, Cáceres no parece temer por su vida, aunque toma precauciones. Durante una videollamada con EL PAÍS, mostró una pistola automática que mantiene en su mesa junto al teclado, el ratón y el micrófono. “No me gustan las armas, pero hablando con militares y oficiales de inteligencia, me dijeron que podían pasar cosas”, explica.

Vida Personal y Profesional

Además de su revelación, Cáceres ha tenido experiencias inusuales. Recientemente conoció a una mujer que decía ser una neurocientífica canadiense-japonesa a través de una aplicación de citas, pero resultó ser coreana y posiblemente vinculada a Corea del Norte. Fuera de esto, su vida no ha cambiado mucho: evita lugares problemáticos y recibe alrededor de 200 mensajes diarios, muchos de los cuales son de personas que desean colaborar con él o buscan su ayuda.

Colaboración con el Gobierno

Cáceres ha trabajado con varias agencias estadounidenses, incluyendo el Pentágono, DARPA y el FBI, y ha compartido su experiencia sobre el ataque a Corea del Norte. Aunque su relación con las agencias de seguridad ha sido complicada, su ataque fue una respuesta tanto al intento de espionaje norcoreano como un mensaje a EE.UU. sobre la necesidad de una estrategia más agresiva en la ciberdefensa.

El Ataque en Detalle

El ciberataque de Cáceres involucró la explotación de vulnerabilidades en la infraestructura digital de Corea del Norte, utilizando un ataque de denegación de servicio (DoS) que saturó los routers del país. Alquilar servidores en la nube y bombardear estos routers con paquetes de información ralentizó y finalmente bloqueó la transmisión de datos.

Reflexiones y Futuro

Cáceres critica la falta de agilidad en la ciberdefensa estadounidense y sugiere que pequeños comandos de hackers podrían llevar a cabo operaciones más efectivas. Tras su desencanto con el sistema, decidió trabajar independientemente desde Hyperion Gray, ahora con la colaboración de George Perera, un veterano policía especializado en cibercrimen. Cáceres aboga por una postura más proactiva contra amenazas cibernéticas como las que representan los hackers norcoreanos Lazarus.

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