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Bolivia y el polémico acuerdo de defensa con Irán

Jorge Suarez Saponaro
Jorge Suarez Saponaro
Columnista | Diario el Minuto

El interés de Irán por la región, no es algo nuevo. En 2009, en el marco del lanzamiento de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe o ALBA, impulsada por Venezuela y Cuba, generó un particular interés en Teherán, en tiempos del presidente Ahmadineyad. Su discurso recalcitrante, especialmente negando el Holocausto, y abiertamente enfrentado con Occidente, encontró en la iniciativa de Caracas y La Habana, una posibilidad para eludir las sanciones internacionales.  No cabe duda que Irán tiene una estrategia clara en la región y percibe la debilidad de Estados Unidos. Esto queda en evidencia la ausencia de una reacción de Washington respecto al acuerdo con Bolivia.

Las relaciones entre Irán y Bolivia, se estrecharon de la mano del presidente Evo Morales. El entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad visitó el país en septiembre de 2007, donde fueron suscriptos acuerdos de cooperación económica.  Estados Unidos reaccionó, pero no lo suficiente, dado que, en 2008, Evo Morales estuvo en Teherán. En 2009, el presidente iraní inauguró con apoyo de la Media Luna Roja, un hospital en la localidad de Villa Dolores.  Las visitas protocolares se sucedieron ente ambos jefes de Estado entre los años 2010-2013. El gobierno iraní, prometió inversiones créditos y algo muy peculiar, según palabras del Encargado de Negocios iraní Hojjatollah Soltani señalo que Teherán tenía previsto utilizar Bolivia como base para futuras Media Luna Roja programas médicos de todo el continente.

El presidente Evo Morales sostenía que Irán tenía derecho al programa nuclear y criticaba las sanciones. En 2010, el ex mandatario boliviano señaló que Bolivia e Irán tienen una conciencia revolucionaria idéntica que permite la expansión de las relaciones y da cuenta de la proximidad de los dos Estados. Esto en el marco del vago discurso de las izquierdas de la región, en nombre del antiimperialismo, lleva apoyar regímenes como el de Irán. Al parecer no han leído bien, lo que pasó con los militantes del Tudeh, el otrora poderoso partido comunista, luego de la revolución de 1979, y especialmente cuando estalló la guerra de Irak. Miles de militantes de izquierda, fueron asesinados en manos de los Komiteh y los Pasdaran. La ley iraní prohíbe simbología marxista y los partidos de corte socialista, por su postura laica, están fuera de la ley.

En 2011, visitó el país, el general Ahmad Shah Cheraghi, más conocido como Ahmad Vahidi, general del Cuerpo de Guardianes y sospechado por la justicia argentina de estar vinculado al atentado terrorista de la AMIA.  Este personaje también fue acusado de haber estado detrás del atentado en Beirut contra los marines estadounidenses en 1983.  Aquí observamos, como Teherán, buscaba ampliar la cooperación al ámbito de la seguridad y posiblemente, intercambio de inteligencia. Asimismo, la región, caracterizada por controles laxos en materia de lavado de activos, y la existencia de una importante economía informal, crean condiciones aptas, para crear un andamiaje que le permita a Irán, obtener bienes, servicios y fondos para su economía, sumamente afectada por las sanciones.  En 2016, más de medio centenar de empresarios iraníes, participaron en un foro de inversores en la ciudad de Santa Cruz.

Bolivia es un país que tiene problemas para ejercer un adecuado control de su territorio, por falta de medios e infraestructura. Esto ha creado condiciones, agregándose la corrupción, para el desarrollo del narcotráfico, un problema histórico del país del Altiplano. Desde el punto geopolítico, está en el “corazón” de Sudamérica, lindando con países que también tienen serios problemas de control de sus periferias, y la presencia de la llamada Triple Frontera.  El problema de las plantaciones de coca, problemas de control y regulación, lleva a que el 40% de lo producido según informes internacionales, termine en canales de comercialización al margen de la ley.  En una nota publicada por el portal de la señal pública germana DW, señala lo siguiente: “Bolivia era un vendedor barato de la pasta base de cocaína, que después era procesada en Brasil, Perú o Colombia. Pero esto ha cambiado”, precisa a DW la politóloga boliviana Ana Soliz, investigadora de la Universidad de las Fuerzas Armadas alemanas en Hamburgo.

El país “se ha vuelto productor de clorhidrato de cocaína” (o cocaína en polvo), confirma la criminóloga Gabriela Reyes, exdirectora del Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas. Y remite a la evidencia: la cantidad de laboratorios que se han ido encontrando, sobre todo, en Parques Nacionales. Según los últimos datos de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos (ONDCP, por sus siglas en inglés), Colombia, Perú y Bolivia son, en ese orden, los principales productores de cocaína a nivel mundial, y totalizaron una producción estimada de 2.074 toneladas de esta droga en 2021.

(ver https://www.dw.com/es/se-ha-convertido-bolivia-en-un-narcoestado/a-65894960).  La presencia de este tipo de actividades, llevan a crear estructuras de lavado de activos, escenario ideal para Irán, que ha creado una compleja ingeniería financiera, desde su Banco Central, que le permite sortear sanciones.

El Wall Street Journal en 2018, publicó una nota al respecto, agregándose las investigaciones realizadas por el GAFI, grupo internacional dedicado a combatir el lavado de activos. El régimen de Teherán ha creado un sistema de empresas interpuestas y sociedades ficticias en el extranjero, que engañan a bancos – aunque seguramente debe haber también instituciones que son cómplices – que permite llevar a cabo transacciones para el blanqueo de capitales, esto permite financiar entre otras cosas su programa nuclear, financiar sus fuerzas armadas, actividades e inteligencia y apoyar a grupos terroristas como Hamas o Hezbollah.

El Cuerpo de Guardianes, ha creado una red de fundaciones y empresas para eludir sanciones, sino financiar su intervención en operaciones en Próximo Oriente. Su estructura es de tal magnitud, que el gobierno de Estados Unidos, ofrece una suma de US$ 15 millones, a quién o quienes den información o ayuda sustancial para contribuir a desenmascarar esta compleja red manejada por el Cuerpo de Guardianes.  Por ejemplo, en 2018, el Departamento del Tesoro desarticuló una red iraní con base en Emiratos Árabes Unidos, que desviaba millones de dólares al plan nuclear de Teherán.

La cooperación en materia de Defensa entre Bolivia e Irán. ¿Preludio una infiltración iraní de mayor escala en la región?

Las Fuerzas Armadas Bolivianas heredadas cuando el presidente Evo Morales fue presidente, estaban un estado lamentable. Estados Unidos también actuó con poco tacto. Incluso presionó abiertamente para la entrega de un lote de misiles antiaéreos chinos, mientras que por otro lado, apoyaba el equipamiento de Chile con material moderno, como los cazas F16 C/D. Esto alejó aún más a La Paz de Washington. A pesar del acercamiento con Irán, el país siguió con proveedores de Brasil, China y la Unión Europea.

En el caso de China, vendió aviones cazas ligeros K8, blindados y vehículos tácticos.  Las necesidades de las Fuerzas Armadas se han centrado en objetivos modestos, vinculados a la movilidad aérea, radares de vigilancia aérea, vehículos, equipo individual, embarcaciones fluviales, y comunicaciones modernas. Los militares bolivianos han estado empeñados en operaciones de seguridad de frontera y lucha contra el narcotráfico, existiendo desde hace tiempo una fuerza conjunta destinado a ello.

El reclamo de salida al mar, por parte de Bolivia a Chile, ha sido motivo de tensión entre ambos países desde vieja data. El despliegue de fuerzas chilenas en el norte, especialmente por los problemas derivados de la inmigración ilegal y contrabando, generan desconfianza. Respecto al Paraguay, existe desde el discurso alguna retórica de desconfianza.

Un ejemplo de ello, fue en 2009, cuando el gobierno paraguayo señaló que Bolivia había ocultado la compra de los aviones chinos K8.  A pesar de estas viejas rivalidades latentes, las prioridades de la defensa en Bolivia es la vigilancia de las fronteras, la lucha contra el narcotráfico y el contrabando.

En este contexto, el ministro de defensa boliviano Edmundo Novillo, firmó en este mes de julio de 2023, con su par iraní, general de brigada Mohammed Reza Ashtiani un memorándum de entendimiento, en aspectos tales como intercambio académico – ¿tendrá Bolivia interés en la guerra de zona gris? – lucha contra el contrabando, narcotráfico y cooperación tecnológica, a través de la Escuela Militar de Ingeniería de las Fuerzas Armadas bolivianas,  descartando cualquier tipo de ayuda de tipo militar.

El ministro señaló al respecto: “Hay que descartar totalmente de quienes han querido hacer mención de que mi viaje a Irán podría significar un riesgo, una amenaza para la paz para la región. Yo creo que esto es una falacia, pero fantasiosa y sin límites y con intereses netamente políticos (…) Considero que ha sido mi viaje altamente positivo para que podamos ir avanzando en el desarrollo de cada uno de estos temas y así fortalecernos como Estado en el desarrollo de la ciencia y la tecnología”.

Novillo insistió que su visita tenía como objetivo promover la cooperación: “no es una amenaza contra ningún país ni contra la paz de la región y ha descartado de forma rotunda que su visita se haya dado para gestionar ayuda bélica. Nosotros somos un gobierno pacifista. Los alcances de mi trabajo siempre van a ser para realizar planes, proyectos y programas de carácter sano, honesto y con total transparencia y sin ningún tipo de amenaza para ningún otro país”.  Al respecto podemos decir, que nadie niega el derecho de Bolivia de ir al mercado internacional para buscar apoyo en la modernización de sus Fuerzas Armadas.

El problema es que eligieron un país sancionado por patrocinar el terrorismo, por tener un programa nuclear que tiene como objetivo tener armas de destrucción masiva.  Existen muchas opciones, comenzando por China, si las autoridades de La Paz no quieren recurrir a Occidente, Turquía, India, como alternativas. En la región existen sobradas capacidades en materia de mantenimiento de las aeronaves que opera Bolivia, como también para dotarse de embarcaciones, radares, etc.

El titular boliviano de la cartera de defensa señaló que las conversaciones incluyeron apoyo a tareas de mantenimiento de aviones de la Fuerza Aérea Boliviana – por cierto, la mayor parte de origen occidental, especialmente europeo – también mostro interés por las lanchas construidas por los iraníes, interés por desarrollos en nanotecnología iraní y medios para la vigilancia de fronteras como drones.   En medios peruanos, señalaron que las negociaciones incluyeron el litio, venta de misiles antiaéreos, apoyo al desarrollo de capacidades en materia de ciberdefensa, lo que puede traducirse en la llegada de expertos iraníes en la temática y la utilización de Bolivia como base para sus operaciones.

El general Ashtiani, indicó que hubo conversaciones sobre venta de material, posiblemente drones y el entrenamiento asociado por parte de militares iraníes. También declaró: Los países de América del Sur tienen un lugar especial en la política exterior y de defensa de Irán debido a ubicarse en una zona muy sensible. Esto es un llamado de atención, dado que Irán tiene una agenda en la región, seguramente vinculado a eludir los embargos internacionales, extender su red de inteligencia y acceder a materiales críticos y estratégicos, de utilidad para sus programas militares.

Argentina, por medio de una nota pidió explicaciones al gobierno de Bolivia sobre el alcance de los acuerdos con Irán.  Desde las entidades de la comunidad judía, como la DAIA, hubo un reclamo más enérgico, como de la oposición política.  Creemos que la Argentina reaccionó de una manera muy moderada y debería haber sido más categórica.

Existe el riesgo que Irán, al convertirse el memorándum de entendimiento con Bolivia en temas de defensa, se transformen en acuerdos, corriéndose el riesgo que los iraníes, transformen al vecino país en una plataforma para sus operaciones de inteligencia y lavado de activos, para eludir sanciones. Las tensiones entre Israel e Irán, que son cada día crecientes, especialmente ante los avances el programa nuclear, ponen a la Argentina en el ojo de la tormenta, por la presencia de una importante comunidad judía, que puede ser blanco de proxies entrenados por Irán.

Los dirigentes argentinos, ignorantes en materia geopolítica, nunca adoptaron políticas para contrarrestar este tipo de injerencias extrarregionales. Cuatro décadas de nefastas políticas de defensa, impidieron que Argentina pudiera asistir a Bolivia en materia de seguridad.  En Europa, en los años 90, Suecia apoyó de manera decidida a las fuerzas armadas de los países Bálticos, que funcionó como disuasivo en situaciones de tensión de dichos países con Rusia.

Este cuadro de situación demanda cambios en la reglamentación de la ley de defensa, una reforma del sistema de inteligencia, y la necesidad de definir una estrategia clara para lidiar con el riesgo que implica el desembarco de un actor como Irán en la región y el impacto para la seguridad, especialmente de Argentina.

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