Inician los alegatos en el Tribunal Oral de Concepción
Con los alegatos de apertura, comenzó el juicio por la muerte del cabo primero de Carabineros, Alex Salazar Rodríguez. La Fiscalía sostuvo que el acusado, Jhoyner Bonilla Brito, de nacionalidad venezolana, utilizó su vehículo como arma para atropellar intencionalmente a la víctima y a otros tres uniformados.
Por su parte, la Defensoría Penal Pública argumentó que Bonilla Brito solo intentaba abandonar el lugar y que su estado de ebriedad le impidió controlar el automóvil, negando intención dolosa en su acción.
La acusación y las penas solicitadas
Tras la incorporación de la acusación de Marlys Victoriano, viuda del cabo Salazar, quien exigió presidio perpetuo calificado para el imputado, el proceso judicial avanzó en el Tribunal Oral en lo Penal de Concepción.
El fiscal Paolo Muñoz describió los hechos ocurridos la madrugada del 12 de marzo de 2023, cuando personal de Carabineros realizaba un control policial en un local nocturno de la avenida Prat, frente a la sede del Gobierno Regional del Biobío. Según el persecutor, Bonilla Brito abordó su vehículo, que estaba estacionado en la vereda, y lo condujo con la intención de atropellar a los funcionarios.
“Conduce este vehículo con el claro propósito de embestir y atropellar a los funcionarios. En este proceso, lesiona con el automóvil, que es utilizado como un arma, a cuatro efectivos policiales”, enfatizó Muñoz.
Los querellantes, representando tanto a la viuda de la víctima como a la Delegación Presidencial, subrayaron que Salazar Rodríguez fue asesinado en acto de servicio, solicitando la condena del acusado por homicidio.
Defensa alega falta de intención homicida
La defensora penal pública, Beatriz Beltrán, presentó una versión distinta ante el tribunal, señalando que el imputado, en calidad de inmigrante ilegal, solo buscaba huir del lugar y que su conducción en estado de ebriedad derivó en el trágico desenlace.
“Él es inmigrante, había bebido alcohol, su vehículo estaba estacionado sobre la vereda y no tenía sus papeles al día. Lo único que quería era irse, porque si era fiscalizado podía enfrentar consecuencias legales”, argumentó la abogada.
Sin embargo, el Ministerio Público y los querellantes afirmaron contar con pruebas suficientes para demostrar la intencionalidad en la acción de Bonilla Brito. Además del presidio perpetuo simple o calificado por homicidio, el acusado arriesga hasta 16 años adicionales de cárcel por maltrato de obra a tres carabineros y conducción en estado de ebriedad.