La reciente renuncia de Carolina Tohá al Ministerio del Interior para lanzarse a la carrera presidencial ha generado un profundo debate sobre su rol en la política chilena. Para muchos, su gestión ha estado marcada por la inseguridad y el descontrol migratorio, dos factores clave que afectan a la ciudadanía y que podrían ser un lastre en su aspiración a La Moneda.
Seguridad y migración: el talón de Aquiles de Tohá
El senador Rojo Edwards (PSC) ha sido uno de los críticos más vehementes de la exministra, señalando que “las prioridades de los chilenos hoy día están muy marcadas por el fracaso del gobierno en materia de seguridad y migración ilegal”. Desde esta perspectiva, Tohá no solo carga con la responsabilidad de una administración fallida, sino que además representa un modelo de gestión que, según sus detractores, ha debilitado al Estado frente a la crisis delictual.
Bajo este escenario, cabe preguntarse si su candidatura es viable o si, por el contrario, su nombre estará permanentemente asociado al deterioro de la seguridad pública. El dilema no es menor, ya que su desempeño en Interior podría convertirse en el arma arrojadiza que sus adversarios políticos usarán para deslegitimar su postulación.
La derecha y sus propios conflictos: la división interna como obstáculo
Pero la discusión no se limita solo a la figura de Tohá. En la vereda opositora también hay tensiones. Rojo Edwards ha manifestado su desconfianza en el llamado a la unidad que hizo Evelyn Matthei, calificándolo como “lágrimas de cocodrilo”. “No considero sincero su llamado a la unidad, dado los actos que ella ha tenido y está teniendo en este minuto”, sentenció el senador.
La fractura dentro del bloque opositor podría ser un factor determinante en el próximo ciclo electoral. La falta de cohesión entre los sectores de derecha, representados por figuras como Matthei y José Antonio Kast, debilita sus posibilidades de presentar un frente unido contra el oficialismo. La posibilidad de realizar primarias amplias es un tema que sigue en el aire, mientras los liderazgos individuales parecen chocar entre sí.
Un escenario político incierto
Chile enfrenta un período de definiciones clave, con una oposición dividida y una exministra que, a pesar de su experiencia, debe responder ante las críticas por su gestión. La pregunta sigue abierta: ¿Será Tohá capaz de desligarse de su propio legado para conquistar el voto ciudadano? Y por otro lado, ¿logrará la derecha ordenar su casa antes de enfrentarse a las urnas?
El camino hacia las elecciones está lleno de incertidumbre, y lo que hoy parece una contienda marcada por la polarización podría transformarse en una disputa aún más impredecible. Mientras tanto, los chilenos observan con escepticismo y preocupación.