Timor Este, está en pleno proceso para ser parte de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia o ASEAN. Un mercado de más de 600 millones de habitantes. Timor Este, es un país que ofrece una serie de condiciones que convertirlo en una “puerta” de entrada para bloques como el MERCOSUR, o naciones sudamericanas del Pacífico, para dicha región asiática. Por otro lado, para Timor Este, se abre una posibilidad para encontrar nuevos socios que impulsen su desarrollo, sin condicionamientos políticos como muchas veces implican los acuerdos con la Unión Europea, Estados Unidos, o China.
Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Columnista Diario El Minuto.
En el seno del Mercosur, el gobierno del entonces presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, planteó un interesante debate, sobre la necesidad de buscar acuerdos comerciales, para impulsar las exportaciones. Las cláusulas del tratado de Asunción, imponen que negociaciones vinculados a acuerdos de libre comercio, sean negociados en bloque. Esto frustró los intentos del citado presidente de alcanzar un acuerdo con China. Agregándose la presión de Estados Unidos, que no ve con buenos ojos el avance de Pekín en América Latina. Pero existen otros caminos, para buscar mercados, no solo para el Mercosur, sino para otros países de Sudamérica.
Los líderes políticos de la región, pareciera que consideran que el mundo solo se limita a China, la Unión Europea y Estados Unidos. Tampoco miden las consecuencias de posibles acuerdos de libre comercio para las economías nacionales y sus consecuencias sociales. Creemos que el camino a seguir debería ser otro. Lamentablemente, en el caso del Mercosur, no tiene políticas de desarrollo en común, como si lo tiene la UE, que durante estos últimos cincuenta años ha realizado importantes esfuerzos en materia de infraestructura para fomentar la integración y reducir las asimetrías entre los estados miembros.
El resto de la región al parecer sigue el mismo camino, por eso los problemas de subdesarrollo que afectan a gran parte de la población de los países del área. Más allá de foros regionales, declaraciones y buenas intenciones, Sudamérica no ha logrado llevar a cabo un esfuerzo conjunto para integrarse físicamente por medio de ferrocarriles, carreteras, líneas de comunicación marítima, transporte aéreo.
En el caso del Mercosur, observamos la necesidad de diversificar mercados y la Asociación Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) ofrece una oportunidad, no solo para exportaciones tradicionales del bloque, sino también atraer inversiones y abrir la posibilidad para generar nuevos lazos políticos en el marco de un creciente protagonismo del denominado Sur Global.
Timor Este. ¿Una oportunidad?
Este es el país más joven de Asia. Su independencia fue recuperada en 2002. Desde entonces los gobiernos timorenses han hecho un importante esfuerzo en lo institucional, educativo y económico. Por ejemplo, se estima que el portugués es comprendido y/o hablado por el 30% de timorenses (algo que percibido por Diario El Minuto, por medio de su corresponsal viajero, Dr. Alberto Maestre Fuentes). Asimismo, como consecuencia de enviar a estudiantes a Cuba, ha permitido que varios miles de profesionales y estudiantes universitarios hablen español. Sin ninguna duda son condiciones prometedoras para estrechar vínculos con América Latina. El país arrastra serios problemas de subdesarrollo. En 1999 con el fin de la presencia indonesia, terminó en un verdadero caos, y las secuelas derivadas de la destrucción de más de 70% de la infraestructura es una carga que subsiste, a pesar de los esfuerzos realizados.
Dili tiene un objetivo nacional, que es la incorporación en el bloque ASEAN. – Asociación de Naciones del Sudeste de Asia – un espacio de libre comercio de más de 600 millones de personas, donde se encuentran economías pujantes como la Singapur, Tailandia, Vietnam o Malasia. El proceso de incorporación no es para nada fácil, Timor Este, tiene muchos puntos débiles en su economía e infraestructura, pero desde el punto geopolítico, su ingreso tiene gran valor, especialmente en el marco de la creciente pugna entre Estados Unidos y China. Este último país tiene escenarios de conflicto con miembros de ASEAN, y genera preocupación, que la influencia china en Timor Este se incremente. El gobierno de Ramos Horta, sabe los riesgos que ello implica y con suma habilidad, busca incorporarse al bloque, que se convertiría en un verdadero seguro geopolítico.
En julio de 2022, el presidente Widodo, de Indonesia, recibió a su par timorense Ramos Horta. Allí se conversaron sobre cuestiones muy interesantes. Un proyecto a tener en cuenta es la Zona Económica Transfronteriza o FTZ. En el Sudeste de Asia, este tipo de zonas son verdaderos motores de desarrollo. Incluso creadas como áreas de promoción industrial, se han convertido en polos de innovación tecnológica. Timor Este como parte del Acuerdo de Cotonou, que facilita el acceso al mercado de la Unión Europea, abre posibilidades para empresas que quieran acceder al mercado europeo. Este acuerdo está en proceso de “modernización”.
Timor Este en materia económica tiene entre sus objetivos la seguridad alimentaria, lo que requiere la necesidad de asistencia para mejorar el sector agrícola, sus técnicas, tecnología y capacitación de los agricultores. Esto ha sido considerado de alta prioridad en el discurso presidencia al cumplirse los cien días en la presidencia de Ramos Horta. Otros puntos relevantes, las necesidades en materia de energías renovables, el desarrollo del turismo, industria pesquera, la formación de profesionales y técnicos, industrias vinculadas con el sector de alimentos, y mejoras en la infraestructura, que facilite el acceso de la producción rural a centros de consumo nacionales y extranjeros. Los países socios del MERCOSUR pueden apoyar a Timor en el desarrollo de dichos sectores.
El país tiene un importante potencial minero, fuera del ámbito del petróleo y el gas. Según la agencia oficial de inversiones TradeInverst – Timor Leste, señala que varias encuestas recientes apuntan a la existencia de importantes reservas de minerales metálicos, incluidos oro, cobre, manganeso, plata y cromita. Los minerales no metálicos incluyen arena, grava, piedra caliza, arcilla, mármol, yeso y fosfato. Por ejemplo, TL Cement ha descubierto suficiente piedra caliza para alimentar su planta de cemento durante 400 años. Existen empresas argentinas y brasileñas de sobrada experiencia y capacidad, que podrían ser motores para el sector minero timorense.
Los países sudamericanos, se caracterizan por ser grandes exportadores de alimentos, con un sector agropecuario altamente competitivo, y con importantes avances en materia de genética, técnicas de producción, producción de insumos y maquinaria. Esto puede beneficiar ampliamente a Timor Este para alcanzar la tan ansiada seguridad alimentaria.
El turismo, es un sector que Dili intenta promover. El país busca tener un sector sostenible con unos 200.000 visitantes por año. Los países del Mercosur – especialmente Brasil, Argentina y Uruguay - tienen una industria turística sumamente desarrollada, no solo con inversores internacionales, sino con capitales nacionales. En la región operan importantes líneas áreas, que pertenecen a inversores privados regionales, como empresas que operan redes de aeropuertos, que pueden ser de interés para Timor Este para desarrollar sus conexiones aéreas con el mundo y mejorar su infraestructura aeroportuaria. Dili, a través de mecanismos de cooperación, podría impulsar un intercambio de experiencias y también hacerse conocer como potencial destino turístico para viajeros de Sudamérica, como atraer inversiones en el sector.
Timor Este, tiene como moneda, el dólar estadounidense, la inflación anual alcanza el 9.6%, el salario promedio es de US$ 115, uno de los más bajos de la región. La tasa impositiva es de solo el 10%. El país tiene interesantes incentivos para la instalación de empresas, como el caso de la célebre Heineken en 2016. Estos incluyen arrendamientos de bajo costo de propiedades estatales, exenciones impositivas para inversiones calificadas, beneficios aduaneros que pueden alcanzar el 100%, etc. Timor está ubicado entre dos grandes mercados: Indonesia y Australia, además forma parte de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa o PALOP, que también es una puerta a un importante mercado, como señala la misma agencia oficial de promoción de las exportaciones de Timor Este.
El país tiene una serie de puntos positivos, como su posición geográfica y acceso a grandes mercados, un importante sector de la población que utiliza el portugués, que facilita por ende la comunicación con el bloque del Mercosur, así como un número pequeño pero creciente de personas que hablan español. La existencia de zonas económicas especiales por parte de Timor Este, como la cuota de acceso al mercado europeo, en calidad de país en vías de desarrollo, como consecuencia de los Acuerdos de Cotonou, abre la posibilidad que inversores desde países del Mercosur, puedan acceder a dicho mercado a través de Timor Este.
Podemos citar el ejemplo de un país africano, Mauricio. País insular, que, por su posición geográfica, limitaba seriamente cualquier política de desarrollo por su aislamiento y distancia de centros de comercio mundial. Dicha nación, por su grado de subdesarrollo, lo habilitó en el marco de políticas de ayudas internacionales, tanto Estados Unidos como la entonces Comunidad Económica Europea en los 70, establecieron un cupo para importaciones provenientes desde Mauricio, con bajos aranceles. Mauricio creó zonas especiales, similares a la creadas por el gobierno de Timor Este, con un régimen de bajos impuestos.
Hong Kong, se vio perjudicado por las cuotas de exportación de textiles a Europa y Estados Unidos, encontró en Mauricio, la posibilidad de acceder a dichos mercados. Así se creó una próspera industria textil muy competitiva, que se extendió a la radicación de empresas vinculadas al plástico, electrónica, calzado, aprovechando el cupo fijado por Estados Unidos y Europa a los productos provenientes de Mauricio. Bajo este modelo, diversificó su economía y encontró el camino hacia el desarrollo. Existen ejemplos similares en el Caribe, donde en algunos estados insulares, se han instalado empresas vinculadas al sector textil, plástico, electrónico, calzado, con el objetivo de colocar sus productos en el mercado de Estados Unidos, por los cupos otorgados a dichos países, algo que le estaría vedado en sus lugares de origen.
La creación de una zona económica especial en la frontera común entre Timor Este e Indonesia, abre una posibilidad para inversores del Mercosur, que podrían acceder a un mercado de magnitud como el indonesio. Por ejemplo, el intercambio entre Indonesia y Argentina es importante, dado que el volumen de exportaciones argentinas al país asiático supera los US$ 1800 millones. La existencia de zonas especiales pueden ser plataformas para acceder al gran mercado del Sudeste de Asia, atrayendo inversiones, generando empleo e impulsando el comercio de Timor Este con mercados en América Latina.
En este proceso, sin ninguna duda Timor Este debe hacer un esfuerzo para mejorar su sistema bancario, conectividad en materia de internet, algo esencial para el comercio global.
Un acuerdo de libre comercio entre el MERCOSUR y Timor Este: puerta de entrada al Sudeste de Asia
Timor Este puede ser sin ninguna duda la puerta de entrada del Mercosur al Sudeste de Asia. Esto se puede materializar por medio de un acuerdo comercial y de cooperación, siguiendo el modelo de los acuerdos alcanzados entre el Mercosur con Egipto e Israel. Dili podría beneficiarse con programas de asistencia a la modernización de su sector agrícola, capacitación de profesionales y técnicos en universidades de Argentina, Uruguay o Brasil, por citar algunos ejemplos.
Timor Este está en proceso de negociaciones para exportaciones libre de aranceles con la Unión Europea, como los casos de Fiyi, Samoa o Papúa Nueva Guinea. Esto reviste una gran oportunidad para varios países latinoamericanos, que pueden seguir el ejemplo de Hong Kong en los 70, respecto de Mauricio. Timor Este no solo recibiría inversiones, sino su comercio externo crecería sustancialmente, al convertirse en un “puente” entre Asia y América.
El Mercosur es un espacio con más de 300 millones de habitantes, representa el 83% del PIB de Sudamérica, y ocupa 13 millones de km2. Es calificado como el cuarto bloque económico del mundo, dos de sus miembros forman parte del G 20 (Argentina y Brasil) y uno de ellos del grupo BRICS, (Brasil). Estamos ante el principal productor de alimentos del mundo, cuenta con un importante desarrollo industrial, reconocidas empresas del ámbito de la industria, finanzas y servicios.
El ingreso de Timor Este en el espacio ASEAN, significa que el país tendrá acceso a un mercado enorme. Las resistencias que hubo – y al parecer hay – dentro el citado bloque, tiene que ver con el nivel de desarrollo de la economía timorense, las limitaciones en materia de personal técnico para asistir y participar en las reuniones de la Asociación, el convertirse en un competidor a la hora de recibir ayudas a su economía, frente a otros estados miembro de la ASEAN. Es por ello, que el país debe apostar a buscar socios alternativos, lejos de presiones de actores como China, Australia o Estados Unidos. Desde Sudamérica, pueden venir inversiones necesarias para el país, también la posibilidad de acceder a un costo moderado, a centros educativos de alto nivel para la formación de profesionales y técnicos. Creemos que un acuerdo de libre comercio entre Timor Este y Mercosur, hará más atractivo al citado país, para inversores y una oportunidad para convertirse no solo en un “puente” entre el Sudeste de Asia y el Mercosur, sino que se puede proyectar hacia Australia. No tenemos dudas, que Timor Este, ofrece interesantes oportunidades para el comercio y desarrollo.