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Argentina. Los policías también tienen derechos

Jorge Suarez Saponaro
Jorge Suarez Saponaro
Columnista | Diario el Minuto

Nicolás Masi, el titular de la Asociación Civil SIPOBA, el Sindicato Policial de la Provincia de Buenos Aires.  La situación de seguridad, no solo afecta a los ciudadanos, sino quienes están en la primera “línea de fuego” el personal policial. En esta nota hablamos de los abusos que son víctimas los policías y el desinterés de la clase política por impulsar verdaderos cambios que mejoren la Institución Policial.

Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director de Diario El Minuto para Argentina

En el mes de febrero de 2023, la oficial de Policía de la Ciudad, Maribel Zalazar, fue asesinada en un incidente en la estación Retiro de la red subterráneos porteña. Salieron en los medios, una serie de expertos, por decirlo de alguna manera, hablando de las pistolas Taser. Desde su experiencia ¿El personal policial es consultado por el tipo de equipamiento que precisa. ¿Tienen, voz al respecto?

El tema no es fácil y es difícil de contestar. A gente como yo nos invade, cierta preocupación, cierto malestar, ante hechos como el asesinato de la compañera de la Policía de la Ciudad, Maribel Zalazar. Ante de contestar, quiero dejar en claro una cosa. Las policías y los policías por lo general, en determinados lugares trabajan solos. Yo he visto en la ciudad de Buenos Aires, a policías vigilar, pero no vi a su apoyo.  Es lo que le pasó Maribel Zalazar no tenía apoyo. Desgraciadamente un obnubilado, a los ojos del todo el mundo estaba sacado estaba drogado, por su accionar le costó la vida a Maribel. Hay policías precisan tener únicamente ciertos elementos, pero precisan compañeros, armados o con elementos lógicos, para repeler una acción con armas de fuego. Pero también hay que tener elementos para repeler acciones de desquiciados, o locos o drogadictos. Porque, cuando una persona está fuera de sus cabales, y la fuerza ejercer contra terceros es indomable, con alto tenés que contrarrestar. Vimos por la televisión al asesino de Maribel Zalazar y no lo podían contener. Luego vienen las organizaciones de Derechos Humanos que hablan de maltrato. Ahí disiento con las organizaciones de derechos humanos que defienden a los delincuentes. Porque al defensor, al que tienen que ejercer la defensa de los derechos de los ciudadanos, que es el policía en la calle, nadie lo defiende. No se fijan, si gana poco o mucho, si trabaja mucho, si tiene descanso o no si tiene cobertura médica, psiquiátrica. No se fijan en nada.  Los pocos policías que lo hacemos, no tenemos acceso al gobierno para plantear las inquietudes, que son las que dije, más allá de otras.

El personal policial no tiene derecho a participar en lo que es el equipamiento necesario para su actividad diaria. No tienen voz, y menos voto. Si hubiéramos tenido sindicato, podíamos tener voz. Las compras las hace el gobierno. Inclusive hay un dato ilustrativo, en la Provincia de Buenos Aires, todo el andamiaje técnico legal para hacer compras para elementos de seguridad, son leyes de la época de la dictadura. Nunca se han aggiornado esas leyes, porque les conviene para tapar su imagen política, hacia la ciudadanía en cuanto al manejo de las compras de armamento y equipamiento policial, para reprimir el delito y manifestaciones sociales.

El policía no puede participar, ni siquiera decir que el chaleco esta vencido. En el caso de las policías femeninas, no es apto. El chaleco antibalas para Maribel, no era apto para Maribel. Era un chaleco común y corriente para personal masculino. A la larga el uso de ese chaleco, le podía traer a Maribel consecuencia como ser propensa al cáncer de mama esa es la cuestión. Porque el chaleco femenino tiene la “copa” del busto” y el masculino, presiona su busto, ocasionándole a la larga cáncer de mama. No sé si fue claro, espero haberlo sido.

Los comportamientos abusivos por parte de jefes y superiores, agregándose el problema del acoso sexual. ¿Qué tipo de recursos tiene el personal que es víctima de los hechos descriptos? ¿El personal que lleva a cabo dichas denuncias, tiene una respuesta?

La violencia de género, el acoso sexual hacia personal femenino, el abuso de autoridad de jefes superiores, como el acoso laboral a todo el personal, está a la orden del día. No hay mecanismo que defienda al policía de esa situación. Desde la línea sindical siempre insistimos que lo hubiera. Asuntos internos no existe, y siempre defiende a la Superioridad.  La superioridad hace que el mecanismo de la seguridad pública “funcione”, pero lo hace en un sistema corrupto. Porque la seguridad ciudadana sería de otra forma. Los recursos se destinarían más acorde a una estadística delictual, necesidad territorial, y no como está a la vista, como ocurre en Rosario, que está desbordado por el narcotráfico, y la Nación se ha sentado en su sillón muy cómodamente observando como el narcotrafico se están devorando, no solo Rosario, sino la Argentina

Abusos hubo siempre, y lo sigue habiendo más cuando hay necesidades sociales y económicas insatisfechas. Desgraciadamente es así. Nadie lo quiere cambiar, más que nada. Es triste, pero es así.

La profesión policial, tiene sus consecuencias en la salud. ¿El Ministerio de Seguridad, tiene estadísticas al respecto? ¿Existe políticas o medidas en materia de salud profesional del personal policial?

En cuanto la profesión policial, tiene consecuencias sobre la salud. Si, y mucho. Hoy, por ejemplo, hay recargo de servicio por sistema CORES – compensación por recargo de servicio – que las pagan mal, a pesar de lo que dice la ley, ni un fallo judicial que hay sobre un caso particular. Los recargos de servicio sin control, sin pensar que el policía precisa descanso.  repercute en la psiquis del policial y sobre sus relaciones familiares. El año pasado hubo una ola bastante importante de suicidios, no solo en la Provincia de Buenos Aires, sino también en Provincia de Santa Fe, como gran parte de la Argentina. Que fue uno de los más alto que se registró en los últimos tiempos. Es por un problema social y de recargo de servicio. Problema social, porque al personal policial no le alcanza la plata para vivir, repercute en la relación familiar y laboral. Eso quiera que no, el policía tiene un stress terrible, tanto laboral como familiar. En algunos casos, la angustia llega a ser tan grande que provoca suicidio. Si bien hay implementado una dirección o gabinete para prevención del suicidio. No hay estadísticas oficiales, no hay un contralor, o un seguimiento de las personas afectadas, no hay control médico anual para estos casos. Las enfermedades psíquicas que antes se las inventaba para no ir a trabajar, El estado lo tomó como algo para no ir a trabajar, empezó a ser sumarios y echar a todos indiscriminadamente. Pero los casos verdaderos los metió en la misma bolsa. Hoy se sigue con el mismo criterio.

El psiquiátrico es una persona que no quiere trabajar, y no es así. Hoy el policía que tiene un enfrentamiento armado y mata a un ser humano, al otro día sigue trabajando. En otras partes del mundo, le dan una licencia lo mandan a un gabinete psiquiátrico. Acá lo tratan como un soldado universal, que tiene que seguir trabajando porque no hay gente. Si mató alguien, bienvenido sea, es un héroe y debe seguir trabajando. Es un sistema militarista que para las policías no debería existir. La Policía está para garantizar la seguridad ciudadana, no son soldados.

Es sabido que el incremento del personal policial en la Provincia de Buenos Aires, obedece siempre a una coyuntura política. Esto no se traduce en inversiones en infraestructura, hablamos de las comisarias. ¿En qué condiciones trabaja el personal policial? ¿Las dependencias son adecuadas? ¿Cuentan con las herramientas que precisan para su labor?

Esta pregunta, me río, porque es cierta. En la Policía no hay inversión en infraestructura, por lo menos en los últimos 30 años. Escasa inversión en infraestructura. Una cosa es el mantenimiento de la parte edilicia, y otra cosa es una inversión, llamo yo, a un edificio nuevo o comprar uno nuevo para usarlo para Servicio 911, como ha ocurrido. Invertir para el mantenimiento de un edificio, con solo basta ir mirar la Jefatura de Policía, actual ministerio de Seguridad.  Es muy simple. No hay inversión. No hay cuidado de la COSA PÚBLICA, por parte del gobierno de turno. Sea quien sea. Hay poca inversión, salvo alguna “lavada de cara” con pintura, pero nada más. Los edificios hay que mantenerlos para que no se deterioren. Si vos dejas abandonada una casa, la vas a encontrar arruinada y destruida al poco tiempo.

Esto pasa con algunas dependencias policiales, no deben estar alojando a presos bajo ninguna circunstancia. Es por que no han construido las alcaidías, porque el estado no ha invertido. Lo siguen manteniendo en comisarías. La comisaría se convirtió más allá de alojamiento de preso, y de ser lugar de prestación de servicio del personal policial, justamente en un servicio penitenciario.

El personal policial no está capacitado para hacer de servicio penitenciario. Esto es el otro escollo, en cuanto a la salud mental. Se escapan los presos, te hacen sumario, te echan. La convivencia con los presos, no es fácil, es difícil. Esa convivencia genera problemas de salud, no solo mental, sino contagios de enfermedades, como tuberculosos. Ese seguimiento el Estado no lo hace. Esto en línea general, no hay mantenimiento de dependencias policiales. Con solo ver los patrulleros como están en la calle. El 50% de los patrulleros que está funcionando hoy, en la Provincia de Buenos Aires, no pasan la VTV – Verificación Técnica Vehicular -  siguen funcionando por orden superior, no solo de un funcionario policial, sino una orden política. Hay decisión política que todo sigue funcionando con los elementos que hay. Y no es así, un policía que no tiene herramientas necesarias y en buen estado para desarrollar su trabajo, no debería salir del asiento de la dependencia. Un patrullero que tiene goma lisa o no tiene luces, no debería salir a patrullar, pero los obligan a salir a recorrer las cuadriculas o hacer traslado de detenidos. En líneas generales ocurre y seguirá ocurriendo. La Argentina está en franca decadencia, y no vemos el horizonte cual es. Hay que invertir en educación, que tampoco tienen los policías, en justicia y salud.  Son los cuatro pilares del Estado, estamos indefensos los ciudadanos y también los policías.

Gracias por esta entrevista.

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