La explotación infantil, en sus diversas formas, sigue siendo una realidad alarmante que destruye la infancia y viola los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
Por: Matias Oreellana Toro
Según la Declaración de los Derechos del Niño, ellos y ellas deben ser protegidos contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. Sin embargo, las estadísticas revelan que este principio se queda en papel mojado. La trata infantil, la explotación sexual, el trabajo forzoso, los niños soldados y el matrimonio infantil forzoso son solo algunas de las caras de esta cruda realidad en pleno siglo XXI.
En Chile, y un país que había sido considerado como uno de los más estables y prósperos de América Latina, enfrenta un problema grave y silencioso: la esclavitud infantil. La falta de programas de prevención y control en temas de infancia y familia ha permitido que la narco cultura se fortalezca cada año, capturando a niños, niñas y adolescentes en sus redes de explotación y abuso, encontrando en la infancia una presa fácil, aprovechando la vulnerabilidad y la falta de oportunidades de muchos menores, a esto se suma la poca claridad por parte del estado en el fortalecimiento de los programas para salvar nuestra infancia, tomando en cuenta que aun en chile tenemos graves problemas que han generado listas de espera que superan los 60.000 NNA que no están siendo atendidos.
De acuerdo a cifras del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, se estima que en nuestro país existen más de 220 mil niños y adolescentes entre 5 y 17 años que realizan trabajo infantil, con un 90% de ellos ejecutando labores peligrosas. Aunque Chile tiene una tasa de trabajo infantil del 6.6%, que participan de manera activa en el mundo laboral, sin considerar aquellos que no considerado en estas tasas, como los hijos de la narco cultura, o formas de trabajo infantil, donde se considera la utilización de NNA para prostitución, pornografía infantil, turismo sexual y tráfico de NNA.
Dicho todo esto podemos diferenciar dos dimensiones amplias de peores formas de trabajo infantil: Trabajos Intolerables y Trabajos Peligrosos.
Trabajos Intolerables
Corresponden a prácticas contemporáneas de esclavitud que atentan contra los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes. Incluyen:
- Explotación Sexual Comercial: prostitución infantil, pornografía infantil, turismo sexual y tráfico de niños con fines sexuales.
- Utilización de niños, niñas y adolescentes en actividades ilícitas y prácticas asociadas a la esclavitud: producción y tráfico de drogas, utilización de niños en delincuencia, venta de niños para servidumbre y reclutamiento forzoso en conflictos armados.
Trabajos Peligrosos
Son aquellos que ocasionan daño al niño, niña o adolescente en el aspecto físico, mental o moral. Incluyen:
- Trabajos Peligrosos por su Naturaleza: trabajos en minas, explotación de canteras, trabajo subterráneo, excavaciones, maquinaria pesada, productos tóxicos, entre otros.
- Trabajos Peligrosos por sus Condiciones: jornadas laborales extensas, trabajo en horario nocturno, ausencia de medidas de higiene y seguridad laboral, trabajo que impida la asistencia a la escuela.
No solo seguiremos hablando de la esclavitud de la Narco cultura, sino también la esclavitud del adulto centrismo, de las redes que se han tejido por las corporaciones y fundaciones de la caridad, de las redes políticas que velan por intereses partidista y por tantas otras que tomas al NNA como un objeto dentro de un mercado económico social que termina menoscabando la vida de miles de niños, niñas y adolescentes
Es fundamental identificar y registrar estas situaciones para erradicar el trabajo infantil y proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes. La sociedad debe unirse para prevenir y combatir estas prácticas nocivas que afectan el desarrollo integral de los menores, estas Cifras son un llamado de atención donde la mano que mece la cuna actúa e forma tardía teniendo un rol ineficiente e insuficiente para abordar esta problemática, y se requieren medidas reparadoras y sancionadoras más efectivas para proteger a la infancia. Es hora de actuar para erradicar la esclavitud infantil y garantizar que los derechos de los niños y niñas sean respetados y protegidos.