Gabriel Boric: Condenando la Esencia de la Dictadura en emotivo homenaje a Orlando Letelier en Washington
AFP - Gabriel Boric
El Minuto | Cuarenta y siete años después del asesinato de Orlando Letelier, el presidente Gabriel Boric rindió homenaje al excanciller de Salvador Allende en Washington, cerca del lugar del atentado, condenando la esencia misma de la dictadura.
Letelier y su colaboradora Ronni Moffitt murieron el 21 de septiembre de 1976 en un atentado con una bomba en el barrio de las embajadas de Washington.
El presidente Boric afirmó que “la represión política era indisociable de la revolución económica desde arriba que estaba impulsando la dictadura”, destacando la valentía de Letelier al denunciar esta conexión. También rechazó la noción de que el asesinato fue un exceso, argumentando que fue parte de una política sistemática de silenciamiento.
Boric subrayó que no solo condenan los excesos de la dictadura, sino su esencia, y desafió la idea de que el golpe era inevitable, enfatizando la importancia del diálogo.
El presidente también agradeció la desclasificación de documentos que demostraron la implicación de Pinochet en el asesinato y el papel de la CIA en el golpe de Estado. Destacó la importancia de la verdad y la justicia para la reconciliación, en lugar del olvido.
Entre los presentes se encontraban hijos de Letelier, y Juan Pablo Letelier afirmó que todavía hay personas en Chile que justifican el golpe, comparándolas con quienes irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos.
Durante el homenaje, activistas repartieron claveles rojos y blancos en honor a Letelier y Moffitt, quienes representaban lo que la dictadura intentaba borrar. Boric también recordó al poeta Pablo Neruda, muerto en circunstancias misteriosas pocos días después del golpe.
Boric viajó a Washington después de asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. En la capital estadounidense, pronunció un discurso en la Organización de los Estados Americanos, que rindió homenaje a Salvador Allende al nombrar con su nombre la puerta principal de su sede. Boric concluyó que el mundo que soñaron Letelier, Moffitt y Allende sigue siendo posible.
