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Tíbet: Una libertad que nunca llegará

El Minuto | La figura del Dalai Lama, ha recorrido el mundo, dando a conocer la lucha del pueblo tibetano, por su identidad y la esperanza de una independencia que mucho saben que tal vez nunca sea recuperada. Estamos ante un país con una larga historia., donde la fe budista, sin ninguna ha sido un elemento central en la construcción de una identidad nacional muy particular.

Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director de Diario El Minuto para Argentina

La introducción del budismo entre los siglos VIII y IX, marcó la historia del país. Se dice que bajo el reinado de Thisong Detsen (755-797) la fe de Buda, se convirtió en la religión nacional. Tíbet, en el siglo IX expandió sus fronteras. Aunque la existencia de entidades políticas tibetanas, datan del siglo II. d.C. según crónicas chinas, que hablan del Reino de Fu. Entre los años 618-842 se desarrolló el imperio tibetano. La descomposición del poder real, dio origen a una suerte de señoríos en manos de monasterios como nobles que luchaban entre sí. En el siglo XI, encontramos al Tíbet dividido, será la fe budista mahayana, las tradiciones y creencias tibetanas, que dará origen a la tradición del lamaísmo.  Como señala el historiador Adrián Albiac “Y Lama no es cualquiera, esta será una religión alejada de los comunes.

Los cuales no podrán optar a los años de preparación que necesita la vida monacal. Habrá una clara separación entre los dos ámbitos reservándose para los comunes una vida basada en la realización de buenas acciones, mejora del karma, y servicio a las necesidades de los monasterios. Solo así podrán los siervos disfrutar de una futura mejor vida, y los monjes asegurar el mantenimiento del correcto orden de las cosas”. Los mongoles llegaron al país en el siglo XIII, respetaron las tradiciones monásticas de los tibetanos, siendo además influidos por estos en materia religiosa. El dominio mongol, fue continuado por el chino. Desde el siglo XVI, Tíbet fue independiente de facto. En el siglo XVII, fue organizado el peculiar sistema de gobierno bajo el liderazgo del Dalai Lama, asistido por un consejo compuesto por representantes del sector nobiliario y monástico. El régimen de gobierno sería conocido como “Ganden Podrang”- La clase religiosa tendrá una fuerte inserción social y será la que de alguna manera monopolizará el poder.  

El quinto Dalai Lama, Lobsang Gyatso, fue sin ninguna duda quien se convirtió en el primer jefe religioso de adquirir peso político, fue el que inició la construcción del célebre Palacio del Potala, que desde 1648, fue la residencia oficial de los gobernantes del Tíbet. El proceso de construcción del régimen de poder dual, fue luego años de guerra civil, Por un lado, encontramos al jefe religioso como máxima autoridad, pero por otro, al Regente, responsable de ejercer el gobierno civil. A fines del siglo XVII, los tibetanos entraron en conflicto abierto con los reinos de Ladakh y Bután, finalmente resulto por medio de un tratado en 1684, donde el reino de Ladakh, quedó sujeto a una serie de limitaciones, frente Tíbet, en materia comercial y militar.  La presencia occidental, estuvo en manos de misioneros jesuitas, destacándose la figura Ippolito Desideri, que vivió en Lhasa entre 1716-1721, llegando a dominar la lengua tibetana.  La presencia europea tocó fin en 1745, cuando su presencia fue prohibida.

En 1720, China invadió el territorio, como parte del conflicto con el kanato de Dzungaria, pero su presencia siempre será precaria, de carácter nominal.  Los gobernantes manchúes de China, impusieron como 7º Dalai Lama a Kelzang Gyatso, establecieron un gobierno con tres ministros conocido como Kashag, fue designado un comisionado imperial o amban (alto oficial en lengua manchú) considerando al Tíbet como estado vasallo. En Lhasa se instaló una guarnición militar china, cuyo comandante tenía injerencia directa en la toma de decisiones del gobierno tibetano, anexaron territorios tibetanos a provincias chinas vecinas. Pero con el tiempo, este régimen de protectorado, fue netamente nominal. El Tíbet es un país extenso, montañoso, con población dispersa y escasas comunicaciones. El aislamiento geográfico, convirtió al país, en un lugar misterioso y vedado a los extranjeros. La inmensa mayoría de la población eran campesinos, que trabajaban las tierras de los monasterios o de poderosos señores.  En 1751, el Séptimo Dalai Lama, concentró mayor poder, al eliminar el cargo de regente.

En 1890, los gobiernos chino y británico, firmaron un acuerdo, relativo a las fronteras entre el Tíbet, respecto a la India Británica y el reino de Sikkin, que era un protectorado de Londres. Este acuerdo no fue reconocido por Lhasa. Tropas tibetanas modificaron los hitos fronterizos e incluso construyeron posiciones fortificadas en áreas asignadas a los británicos. Las protestas al imperio chino cayeron en saco roto. En 1903, el virrey británico de la India consideró que el domino sobre el Tíbet era una ficción constitucional. En 1900, Londres se alarmo por la presencia rusa en Tíbet, y ante el temor que el zar enviara algún tipo de ayuda o incrementara su influencia, decidió intervenir directamente.  En 1903 una expedición militar de tropas de la India británica, liderada por el coronel Younghusband, acabó rápidamente con la resistencia tibetana. En agosto de 1904, los británicos tomaron Lhasa. 

El Dalai Lama había huido a Mongolia y el comisionado imperial chino, señaló que no tenía autoridad para la firma de ningún acuerdo, sin no estaba el Dalai Lama.  Finalmente se impuso la Convención de Lhasa, firmado por el regente tibetano y la asamblea nacional. Se impusieron cambios en las fronteras, acordados con los chinos, una indemnización, la presencia de una misión británica y acuerdos comerciales. En 1905, estalló una revuelta, donde fueron asesinados europeos, cristianos conversos, y chinos, siendo reprimidos por una fuerza militar china, que restableció el orden. En 1906, los chinos por medio de otro acuerdo con Londres, asumieron la responsabilidad de evitar injerencias extranjeras en Tíbet y ratificar de alguna manera el acuerdo de 1904.  

Tíbet independiente.

En 1910, el imperio chino envió una expedición militar para imponer un gobierno directo en Tíbet. Se adoptaron medidas para modernizar las instituciones locales, construcción de carreteras, una escuela china en Lhasa, oficina postal y fue creado el primer periódico local.  La revolución de 1911, le costó la vida al amban Zhao Erfeng, asesinado por revolucionarios chinos. La proclamación de la república por parte del Dr. Sun Yat Sen, trajo aparejado que este en 1912, reclamara la soberanía china sobre Tíbet. Esto derivó en una revuelta, en dicho año fue expulsado el último comisionado chino o amban, Lien Yu, junto a la guarnición de Lhasa. En dicho año fue creado el servicio postal nacional, que emitió sus propios sellos.  En 1913, Tíbet se proclamaba independiente, en el documento que habla de la ruptura de los lazos con Pekín, señala claramente: Somos una nación pequeña, religiosa e independiente. El fundamento de la declaración de independencia, residía, que con el fin de la dinastía Ch’ing, quedaba roto el lazo entre el rol de protector y discípulo del Dalai Lama. Asimismo, la autoridad china había venido perdiendo influencia, como quedó evidenciado con la expedición británica de 1904. Los intentos chinos de imponer su autoridad por la fuerza entre 1909-10, no hicieron más que erosionar la imagen de Pekín El Dalai Lama intentó llevar a cabo reformas políticas, muy resistidas por el poder religioso.

La independencia significó el incremento del rol del Dalai Lama, que, por mucho tiempo, era solo una figura de tipo formal, residiendo el poder real en manos de poderosos señores y jefes religiosos. En los años 30, el gobierno llamado “Kashag” fue sometido al control de la Asamblea Nacional, pero quedaban pendientes cambios en materia militar y contar con otras mejoras.  En la práctica, Tíbet funcionaba como estado independiente, contaba con su moneda, control de fronteras, un modesto ejército y una política exterior propia.  Estudios llevados por la Comisión de Juristas Internacionales, pusieron en evidencia que el Tíbet fue un estado soberano, dado que tenía vínculos diplomáticos.

En el período 1933-1947, el comportamiento de Tïbet fue propio de un estado independiente de facto.  Las negociaciones con Pekín, en los diversos acercamientos que hubo, eran en torno a garantizar el régimen político imperante en Tíbet, en el caso de integrarse a China. En 1934 el régimen de Kuomintang, liderado por Chang – Kai Shek, instaló una misión, cuyas atribuciones eran meramente formales. A pesar que no hubo reconocimientos de otros países de la independencia tibetana, hasta 1947, ello no impidió que Lhasa creara una oficina de política exterior en 1942. No obstante, un representante tibetano, estuvo presente en la asamblea constituyente china en calidad de observador. Los conflictos fronterizos entre chinos y tibetanos continuaron. La guerra civil china y la invasión japonesa contribuyeron sin ninguna duda a mayor caos. En los años 20-30, fueron frecuentes los conflictos entre el ejército tibetano y los señores de la guerra chinos, a pesar del pobre armamento que contaba dicha fuerza militar.

En 1935, nació Lhamo Dhondup, reconocido como el 14º Dalai Lama, actualmente exiliado en la India. Luego de ser entronizado con la edad de seis años, fue nombrado un regente. Eran tiempos complicados, dado la guerra civil china, los conflictos con los señores de la guerra, la invasión japonesa y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. El país vivió en completo aislamiento.  La llegada de dos ex alpinistas austríacos Heinrich Harrer y Peter Aufschnaiter, le permitió al joven Dalai Lama, conocer la cultura occidental, especialmente de la mano de Heinrich Harrer, hecho que inspiró la célebre película “Siete Años en el Tíbet”. La independencia de la India de Gran Bretaña, llevó a que dicho país asumiera las responsabilidades emergentes de los acuerdos firmados con Londres. La Misión británica fue reemplazada por una de la India.  En 1947, en el marco de la Conferencia de Naciones Asiáticas, en Nueva Delhi, los tibetanos fueron reconocidos por la India como estado. Los tibetanos llevaron su bandera y su propia representación siendo tratados como un estado independiente.  Entre 1948-49, el ministro de finanzas tibetano, Tsepon Shakabpa, llevó a cabo una gira internacional, que incluyo la India, China, Estados Unidos y Reino Unido.  Los tibetanos ingresaron a dichos países con sus pasaportes. A pesar que los diplomáticos de los países citados, evitaron tocar temas políticos, si se sentaron hablar de cuestiones comerciales, incluso hubo un encuentro de la delegación tibetana con el primer ministro británico Atlee.

El triunfo de Mao en la guerra civil china, y el establecimiento de la República Popular China, llevó a las autoridades tibetanas a expulsar la misión china, con protestas tanto de comunistas como nacionalistas. El décimo Panchem Lama – segundo de la jerarquía religiosa – envió una carta de apoyo a Mao y solicitó la “liberación” del Tíbet.  Los intentos de obtener ayuda militar fueron infructuosos y tardíos. Los tibetanos apelaron a los británicos y a la India, arribando armamento portátil y munición pero nada más.  El Kashag, ordenó una campaña de reclutamiento para expandir el reducido ejército tibetano de 13.000 efectivos. El objetivo de tener cien mil hombres, era irrealizable.  Los indios enviaron instructores y armas. En el campo diplomático los tibetanos buscaron algún tipo de apoyo, e incluso enviaron una carta al presidente de Estados Unidos Harry S. Truman. En septiembre de 1950 una delegación tibetana tuvo un encuentro con el embajador chino en Nueva Delhi, Yuan Zhongxian, donde intentaron hacer valer la idea de un Tíbet independiente, sin injerencia extranjera.  El gobierno tibetano envió sus reservas de oro al vecino reino de Sikkim, para ponerlo a salvo de una invasión china.

En octubre de 1950, el Ejército de Liberación Popular, liderado por el General Chang Kuo-hua, derrotó al modesto ejército tibetano en la localidad de Chamdo.  El buen trato dado a los prisioneros, como de las promesas hechas por los chinos a los nobles y oficiales tibetanos, facilitó de alguna manera el derrumbe de la resistencia. Por ejemplo, Ngabö, gobernador y comandante militar de Chamdo e integrantes del gobierno, fue designado por los invasores, como negociador frente al Dalai Lama.  En un acto desesperado, los tibetanos apelaron a las Naciones Unidas, pero ningún país de peso tomó el caso, solo el gobierno de El Salvador, hizo el tema suyo y solicitó infructuosamente que la crisis de Tíbet fuera parte de la agenda de la Asamblea General de Naciones Unidas. La Casa Blanca no quería inmiscuirse en el tema, dado que estaba embarcada en la Guerra de Corea. Eran tiempos de la Guerra Fría y no querían otro frente.  Los tibetanos no tuvieron otra opción que negociar con el régimen de Mao, teniendo como consecuencia el Acuerdo de los Diecisiete Puntos. El jefe negociador tibetano era Ngapo Ngawang Jigme, quien era funcional a los intereses chinos y años después sería el primer presidente del gobierno regional creado por Pekín con el exilio del Dalai Lama.

Tíbet por medio del Acuerdo citado, reconocía la soberanía china, pero con un régimen especial.  El Acuerdo, de alguna u otra manera, reconoció el carácter de estado independiente de Tíbet, al reconocer la existencia del ejército tibetano, que debía integrarse a las fuerzas chinas, la unificación de la política exterior tibetana con la de Pekín.

El dominio chino y exilio del Dalai Lama, la independencia perdida

Tíbet recibió a los invasores con una profunda crisis económica, inflación, escasez de alimentos, que llevó por ejemplo a la importación de arroz, no solo de China, sino de la India.  En el marco de esta situación, el gobierno chino incrementó la presencia militar.  La coexistencia entre chinos y tibetanos, duro un tiempo, en el marco de unja tensa calma. El Dalai Lama siguió ejerciendo su forma de gobierno tradicional. Regresó al país, en un vano intento de negociar un nuevo convenio, dado que el Acuerdo de los Diecisiete Puntos, generaba resistencias en el gobierno de Lhasa. Las opciones no eran muchas, sin apoyo exterior, y con la presencia militar china, no había otra opción que aceptar las exigencias del régimen de Pekín y la misión negociadora enviada ante el presidente Mao, aceptó las condiciones impuestas. La Asamblea Nacional tibetana dio su visto bueno, pero para la vigencia del acuerdo, debía ser ratificado por el Dalai Lama y su gobierno, hecho que nunca ocurrió. Esto ha sido el argumento por parte del gobierno tibetano del exilio, de considerar el acuerdo con China como ilegítimo.

En 1952 fue impuesto el primer toque de queda, ante las primeras revueltas. En esos momentos de manera informal, Estados Unidos tomó cartas en el asunto y pronto desde la CIA se gestionaría la ayuda para la resistencia armada tibetana.  A pesar de las instrucciones al Ejército de Liberación Popular sobre las relaciones con la población y especialmente la elite, pronto las reformas que intentaría llevar a cabo Pekín, genero resistencias.  A pesar de abolir la servidumbre, la esclavitud y el modelo feudal imperante, el programa de asimilación y control ideológico, trabajo forzado, sin ninguna duda generó una reacción nacionalista. En las zonas occidentales, de Amdo y Kham, áreas que quedaron fuera de los Acuerdos, su población, a partir de 1954 organizó la resistencia armada.  El hambre, el combate a las instituciones religiosas, muy arraigadas en el mundo tibetano y la imposición del idioma y cultural chinos, agregándose la propaganda comunista, generaron rechazo en la población de dichas regiones. Miles huyeron hacia la región del Tíbet central y buscaron la protección del Dalai Lama, trayendo consigo relatos de la dura represión china y la asimilación forzada. Desde 1957, la CIA contaba con un programa de entrenamiento y asistencia para la resistencia tibetana. El hermano del Dalia Lama – Gyalo Thondup – organizó la resistencia con base en la India.  Los guerrilleros de la región de Kham, dieron origen al Ejército de los Cuatro Ríos y las Seis Cordilleras germen del movimiento de resistencia armada Chusi Gangdrug, creada formalmente en 1958. Se estima que cientos de miles de tibetanos combatieron en esta organización durante dos décadas.

En 1957 el clima de tensión aumentó, Lhasa tenía miles de refugiados que huían de la región de Kham, en plena rebelión. La población se mostró abiertamente hostil a reemplazar la bandera de Tíbet por la de China Popular, como fusionar el pequeño ejército tibetano con el chino. La injerencia china en la administración era notoria, y la población solicitaba al gobierno que no cediera a las presiones de Pekín. En la lejana isla de Saipán, en las Marianas, la CIA entrenaba reclutas tibetanos, para infiltrarlos en su país e impulsar la insurgencia. Vía aérea eran enviado agentes tibetanos para liderar la guerrilla. Mientras tanto en el estado de Colorado, personal de la CIA instruía a nuevos combatientes. Engrosaron las filas tibetanas, antiguos soldados del ejército del Kuomintang. En 1958 fue el primer gran combate, donde los chinos perdieron a unos 200 efectivos, frente a un número indeterminado de bajas tibetanas, que se arrojaron a los enemigos con sus espadas, al agotar munición.  En 1959, estalló el levantamiento general en Tíbet. El Dalai Lama había recibido una curiosa invitación del comandante militar local a un acto, sin su custodia personal. La población tomó conocimiento de ello y rodeó el Palacio.  El Dalai Lama el 11 de marzo llamó a su gobierno para la declaración de independencia y dar por tierra los Acuerdos de 1951.  Ante el riesgo que el jefe espiritual del Tíbet fuera detenido, huyó hacia la India con todo su gobierno, horas antes que los chinos abrieran fuego de artillería. El primer ministro Zhou Enlai, declaró que el gobierno tibetano cometió acto de traición y dejó sin efecto el Acuerdo, anexando unilateralmente al Tíbet como una simple provincia.

El apoyo de Estados Unidos, a la resistencia armada tibetana, no tenía nada que ver con la liberación de Tíbet, sino a intereses estratégicos en el marco de la Guerra Fría. Esto lo supieron al poco tiempo los combatientes tibetanos.  Las características sociales y políticas marcaron también la organización militar de la resistencia, lo que afectó su accionar. Ello no impidió que, desde la base nepalí de Mustang, los tibetanos lanzaran operaciones que incluían recopilación de información, golpes de mano, captura de material y destrucción de infraestructura enemiga.  El conocimiento del terreno y la capacidad de adaptación de los tibetanos al duro ambiente de su país, era una ventaja que compensaba su pobre armamento. Estados Unidos solo los abasteció de una colección de armas capturadas a los chunos y material sobrante de la Segunda Guerra Mundial.   La resistencia armada tibetana cesó en 1974. El fin de la ayuda de Estados Unidos como resultado del acercamiento entre la Casa Blanca y Pekín, dejó a los tibetanos con la asistencia limitada de la India. Nepal, por presiones chinas, decidió eliminar el santuario guerrillero, que le costó la vida a muchos comandantes. Muchos combatientes terminaron en campos de refugiados y otros reclutados para la fuerza paramilitar india “Fuerza de Fronteras Indo Tibetana”.

Una libertad que nunca llegará

El Acuerdo de los Diecisiete puntos, fue impuesto por medio de la fuerza. China invadió el Tíbet para hacer valer sus intereses e imponer su voluntad en el diferendo que existía entre Lhasa y Pekín, luego de la caída del imperio, donde China buscaba recuperar el control de los antiguos estados vasallos. El imponer un tratado o acuerdo por medio de la coacción vulnera el artículo 52 del Convenio de Viena. Es por ello que el gobierno tibetano en el exilio ha señalado la nulidad de los acuerdos firmados en 1951. En 1965, fue creada la Región Autónoma de Tíbet. La Revolución Cultural significó la muerte de monjes, líderes religiosos y la destrucción de un valioso patrimonio, ligado a la historia tibetana.  El gobierno chino incentivó la llegada de chinos han, la etnia mayoritaria en la República Popular, a tal punto que la mayoría de la población de Tíbet, es de origen chino, dejando a los tibetanos en un segundo plano. Esta política demográfica vino de la mano de un programa de asimilación cultural, control político y una fuerte presencia militar. Esto ha originado una exacerbación del nacionalismo tibetano.

Tíbet tiene valor estratégico para China. No solo por su posición geoestratégica, sino por el potencial minero, con yacimientos de cobre, hierro, y zinc. Asimismo, estamos frente a uno de los grandes reservorios de agua dulce del mundo. China está sufriendo por el vertiginoso crecimiento de su economía y población, una creciente escasez de agua. Esto afecta a nada menos que 600 millones de chinos.  Por ende, su valor es vital para la viabilidad del país. El uso de las reservas de agua, también generan fricciones con países vecinos, especialmente la India. Los proyectos hidroeléctricos chinos en la meseta tibetana afectan a varios países, entre ellos Nepal, Bután, Vietnam, Camboya, Myanmar y Tailandia.  Las tensiones sobre los límites entre China e India han generado situaciones muy delicadas – no olvidemos la guerra de 1962 – y ello se traduce en una creciente presencia militar china en Tíbet.

China ha presionado abiertamente a países como Nepal, donde la presencia de refugiados era importante, además de ser bastión de líderes nacionalistas. El cambio en las relaciones entre ambos países se tradujo en mayor control fronterizo, reduciendo el peso político de los organismos de ayuda al refugiado, como del ingreso de tibetanos que huyen de China.  El Dalai Lama en su intento de llegar a un acuerdo con China, ha renunciado a la independencia y solicita un régimen de amplia autonomía religiosa y cultural, algo que Pekín no acepta, manteniendo su política de asimilación.  La muerte del actual Dalai Lama, y dado el sistema de elección del nuevo líder, que se lleva a cabo cuando este es un niño, hasta que su sucesor tenga la mayoría de edad, el movimiento nacionalista tibetano, puede sufrir un duro golpe. Pareciera que el sueño de un Tíbet independiente, solo quedará en una utopía.

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