Un nuevo caso de violencia extrema conmociona al país. Un menor de edad fue sometido a un régimen de esclavitud y maltrato sistemático por parte de su madrastra, quien ya se encuentra en prisión preventiva tras la audiencia de formalización.
Madrastra le prohibió contacto social y lo obligaba a trabajar
De acuerdo con los antecedentes entregados por el Ministerio Público, la mujer sacó al menor del colegio en agosto de 2024, prohibiéndole desde entonces todo contacto con otros niños, adolescentes e incluso con su propio padre.
El niño solo podía ingresar a la vivienda para realizar labores domésticas, siendo excluido de toda actividad normal para su edad. Su alimentación consistía en sobras de comida, y en ocasiones no recibía alimento durante varios días. Además, se le negaba el uso del baño y era obligado a dormir en el patio de la vivienda.
Relato estremecedor del menor: violencia extrema y abandono total
Durante la audiencia de formalización, se conocieron detalles del testimonio entregado por el menor, donde se evidencian múltiples formas de abuso:
“No podía entrar a la casa si no era para trabajar (…) En una oportunidad estuve seis días sin comer y tres sin tomar agua”, relató.
El menor también describió episodios de agresión física, en los que fue golpeado con palos, martillos, cuchillos y una plancha caliente. Sufrió asfixia con un cordón y lesiones de gravedad.
Una vecina, alertada por los constantes llantos provenientes del patio, comenzó a registrar los hechos y dio aviso a Carabineros:
“Ya como desde octubre del año pasado, una vecina empezó a escuchar llantos en el patio. Nos comentó, vimos las cámaras y llamamos a Carabineros. Vinieron varias veces”, relató.
Gracias a la denuncia, se logró intervenir y liberar al menor de un entorno de violencia sistemática que se extendió por varios meses.
Madrastra en prisión preventiva por maltrato infantil y esclavitud
La imputada fue formalizada por los delitos de maltrato relevante contra menor de edad, privación de libertad y lesiones graves, quedando con la medida cautelar de prisión preventiva, mientras se desarrolla la investigación judicial.
El caso ha generado profundo rechazo y vuelve a poner sobre la mesa la necesidad urgente de reforzar los mecanismos de protección infantil.
