Tannu Tuvá: Un país decidió ser primero soviético y luego ruso

Adéntrate en la fascinante historia de Tannu Tuvá, una tierra situada en las profundidades de Asia, que experimentó una compleja transformación desde su adhesión a la Unión Soviética hasta su posterior integración en la Federación Rusa. Descubre los misterios de este territorio que enfrentó la encrucijada entre dos mundos, explorando su identidad cultural, sus luchas políticas y la valiente decisión de cambiar su destino.

El Minuto | Tuvá, hoy es parte de la Federación Rusa, con régimen de república autónoma. Es un país fronterizo con Mongolia y fue incorporado al Imperio zarista en calidad de protectorado a principios del siglo XX. La Revolución de Octubre de 1917, llevó al país a obtener la independencia y establecer un régimen socialista. Finalmente, Tuvá decidió por su propia voluntad ser parte de la Unión Soviética luego de dos décadas de independencia.

Por Jorge Alejandro Suárez Saponaro | Director de Diario El Minuto para Argentina 

El territorio es probable que en tiempos antiguos estuviera poblado por los escitas. Por registros chinos se sabe que el país fue parte del imperio Xiongnu, que surgió de una confederación de grupos nómadas, cuya composición étnica es objeto de controversias y no ha sido debidamente aclarado. 

En el año 209 a.C., al constituirse el segundo Chanyu (título de jefe supremo), llamado Modun, por las fuentes chinas, sometió a todos los pueblos esteparios orientales, aglutinándolos en una gran confederación. Los historiadores consideran que esta confederación fue una repuesta a la unificaicón de China por parte de la dinastía Qin. Pronto los gobernantes xiongnu, siguieron patrones chinos en vestimenta, organización social y estilo arquitectónico. 

La expansión de este imperio, los llevó a parte de Manchuria, Mongolia y Siberia. El imperio estaba organizado con una estructura jerárquica de corte militar, con elevado nivel de centralización. En el año 200 a.C Modun, gobernante de este imperio de las estepas derrotó al emperador chino en la batalla de Baideng. Liu Bang, monarca chino convenció a Modun que lo dejara ir, este aceptó al saber que no podría controlar un imperio como el chino, pero mantuvo una política de alianzas matrimoniales.

Junchen, nieto del creador del imperio, en 161 a.C. que tuvo una relación tensa con China, pero pronto el conflicto se hizo realidad y el imperio estuvo a punto de desaparecer, entre los años 60 a 53 a.C., el imperio tuvo guerras civiles, que lo debilitaron aún más.  El régimen sucesorio de los chanyu, era de hermano a hermano, lo que abría las puertas a conflictos.

La rivalidad entre los hermanos Huhanye y Zhizhi, en el 48 a.C: por ser chanyu llevó al primero a rendir vasallaje al emperador con las ocho tribus occidentales que controlaba. Esto provocó la división del imperio en dos. Mientras que la otra parte, Xiongnu del Norte, mantuvo su independencia. Los intentos de conquistar el sur, terminó que los xianbei, y los chinos pusieran fin al reino norteño en el siglo II d.C. Sus habitantes se fueron a vivir a China. 

El reino sureño, sufrió embates internos entre los chinos que venían como colonos y los nómadas, además de problemas climáticos y otras catástrofes naturales El chanyu Yufuluo, envuelto en conflictos políticos, se estableció en la actual ciudad china de Lifen. En el año 195 d.C entregó el poder a su hermano Huchuquan. Este fue detenido por orden del canciller chino Cao Cao y las fuerzas chinas ocuparon lo que quedaba del imperio y lo dividieron en cinco provincias.

La poderosa caballería xiongnu fue incorporada al ejército chino y la elite local adoptó apellidos chinos para tener prestigio. En el 304 d.C tribus del sur fueron al norte y en el marco de la rebelión de los Ocho Príncipes en China y en el año 317, el imperio era una realidad nuevamente.

El príncipe Lin Yiao, conocido como Han Zhao, en un intento de reivindicar su ligazón con la desaparecida dinastía Han, paso a ser nombrado solamente Zhao, reclamando su herencia del antiguo fundador del imperio xiongnu, Modun. Fu Jian logró unificar sur y norte, durante los años 337 al 385. Pero los días del imperio estaban contados y medio siglo después, los wei del norte acabaron con él. Estos eran un clan xiongnu.  Los wei del norte también conquistaron con las otras dinastías xiongnu y para el 439, lo que quedaba del imperio, se había esfumado.

El país de Tuvá pasó en manos de diversos grupos de la zona. En el siglo VIII llegaron los uigures. La población local era un pueblo de lengua turca, con influencias étnicas samoyedas y mongolas.  Los uigures construyeron fortalezas para controlar la región, destacándose el complejo Por – Bajin. Estos fueron desplazados en el 840 por una rebelión de los kirguices del Yenisei. En 1207, Tuvá fue conquistada por Jochi, el hijo mayor de Gengis Jan, siendo parte del extenso imperio mongol.  En esta época los tuvanos adoptaron el budismo como fe mayoritaria, y entre los siglos XVI y XVII, la corriente tibetana cobró fuerza y se transformó en la religión nacional.

El kanato de Altai, gobernó el área hasta el siglo XVII, siendo destruido por las luchas entre los oirates y el kanato de Jaljas. Finalmente, el país de Tuvá quedó en manos del kanato de Zungaria, que desapareció hacia 1757. La destrucción de este estado por parte de los chinos, bajo la égida de los emperadores manchúes, Tuvá quedó bajo el gobierno de Pekín, siendo parte de la periferia del imperio.

La penetración rusa empezó en el siglo XIX, más precisamente a partir de 1838, en busca de oro. Un tratado entre China y Rusia, en 1860, reglamentó la presencia de comerciantes y exploradores rusos en Tuvá. En 1881, fue autorizada la presencia permanente de población rusa, que para 1883, eran medio millar y contaban con un funcionario que representaba al zar. Este funcionario tenía influencia directa sobre los jefes tuvanos. A fines del siglo XIX, el superintendente ruso tenía poderes sobre el territorio, gobernando de facto Tuvá.

El número de rusos superaba las 2.000 personas e incluso se editaba un periódico en ruso. A principios del siglo XX, los rusos sumaban 9.000 y su influencia en la sociedad, líderes políticos y economía era notable. La reacción del imperio chino se hizo sentir, apoyando la llegada de comerciantes chinos. Pronto los locales y príncipes tuvanos estaban endeudados con los comerciantes chinos.

Esto generaría más tensiones con los chinos, cuyo imperio estaba atravesando una severa crisis interna. Su debilidad quedó de manifiesto cuando en 1911, Mongolia Exterior, expulsó al virrey chino, luego de la rebelión Wuchang. Los nobles de Tannu Urianjái, región histórica que englobaba Tuvá, estaban divididos, un sector abogada por la lealtad al régimen teocrático establecido en Urga, Mongolia Exterior, y el gobernador local Gombo – Dorzhu, era favorable a un régimen de protectorado ruso. Tomó la iniciativa y envió una carta al superintendente ruso de la frontera de Usinsk, señalando que era el líder de un estado independiente y pedía protección rusa. El gobierno zarista demoró en aceptar el pedido para evitar una crisis con China.

Las presiones de sectores comerciales en la región, facilitó que, en 1913, Tannu Urianjái, fuera incorporado como protectorado.  En 1914 fue formalizada la presencia rusa y fue establecida como capital del territorio Belotsarsk o “Zar Blanco” y desde ese momento sería conocido el país como Urianjayski Krai.

De la República Popular de Tuvá (1921-1944) a República Autónoma de la Federación Rusa.

Entre 1918-1919, el territorio estuvo en manos del Ejército Blanco del almirante Kolchak, sectores del país también fueron ocupados por tropas chinas y mongolas.  Entre 1919-20, tropas del Ejército Rojo se hicieron con el territorio. En 1920, los chinos invadieron Tuvá y nombraron un gobernador. Este fue expulsado en 1921 por tropas bolcheviques locales apoyados por Rusia. Así nació la República Popular de Tuvan o Tuvá, también conocida como Tannu Tuvá. La capital cambió su nombre por el de Kyzil, que en lengua local significa rojo.  El Partido Revolucionario del Pueblo de Tuvá fue declarado la única fuerza política del país.  En 1926, un tratado entre la Unión Soviética y Mongolia, reconoció la independencia de Tuvá.

La postura moderada del primer ministro Donduk, especialmente al tolerar el budismo, alarmó al Kremlin, que apoyó un golpe de estado. En 1930, fueron adoptadas medidas para reemplazar el sistema de escritura mongola, por caracteres latinos y luego cirílicos en 1943.  El primer ministro Salchak Toka, tuvo una política pro soviética y los rusos fueron considerados ciudadanos de pleno derecho.

Al estallar la Segunda Guerra Mundial, la joven república, apoyó con soldados, que combatieron con distinción frente a la invasión alemana.

En 1944 el Pequeño Jural del Pueblo, como se denominaba el parlamento local, aprobó la anexión a la Unión Soviética. Las circunstancias que llevaron a impulsar dicha medida, no son del todo claras, pero no cabe duda que el politburó local estaba de acuerdo y el primer ministro Toka, fue reconocido como secretario general del Partido Comunista de Tuvá, nombre que adoptó el Partido Revolucionario. En una primera instancia, Tuvá quedó como oblást autónomo dentro de la República Federativa Socialista Soviética Rusa, para luego ser elevada a república autónoma en 1961. Habría que esperar al fin del régimen soviético, para que Tuvá estuviera abierta al conocimiento del mundo exterior.

En 1990 fue fundado un partido que buscaba rescatar la cultura y lengua de Tuvá, liderado por Kaadyr-ool Bicheldei, filólogo de la Universidad de Kyzyl.  En 1992, el país adhirió al tratado de creación de la Federación de Rusia, redactó su constitución, que tenía previsto un escenario de autodeterminación. Escenario más que improbable, dado la fuerte dependencia de Moscú en materia de ayuda económica y la ausencia de un movimiento nacionalista.

Estamos ante un país de 168.600 km² y una población de 337.000 personas.  Tuvá es un sujeto federal dentro de la Federación Rusa. Por contar con una etnia predominante, no rusa o eslava, tiene el estatus de república autónoma, que le permite contar con una importante autonomía en materia cultural, dado que tienen su propia lengua oficial, además de política, con instituciones propias, tribunales, leyes y su constitución. Desde 2007, los presidentes de las repúblicas autónomas son designados por el Kremlin, con aprobación de la legislatura local.  Desde 1922, el título de presidente fue reemplazado por el de “jefe de la república”.

El Khural Supremo (Parlamento) de la República de Tyva o Tuvá, tiene 32 diputados, 16 de ellos se postulan en el distrito electoral, donde los ganadores se identifican en proporción al número de votos emitidos para las listas de candidatos nominados por asociaciones electorales de acuerdo con la elección. legislación, y los otros 16 se ejecutan en distritos uninominales. El Khural Supremo actual fue elegido en septiembre de 2019. Su mandato expira en septiembre de 2024.

El 82% de la población es étnicamente tuvanos, seguidos por rusos. La mayor parte de la población es budista tibetana. Incluso el célebre Dalai Lama, que es también jefe espiritual de los budistas de Tuvá, vistió el país. Existen también el chamanismo.  El resto de la población profesa la fe ortodoxa rusa.

Tuvá, tiene como principal fuente de ingresos es la minería, sus exportaciones se centran en cinc, cobre, plomo y carbón, siendo sus destinos principales China y Kazajstán. Estamos ante un territorio de gran potencial minero que incluye el oro.  Los bosques tienen un gran potencial. El pastoreo nómada sigue siendo costumbre en el país y el sector agrícola, se centra en el cultivo de forrajes, cereales y productos para el consumo local. El sector agrícola es de gran importancia, dado que el 45% de la población es rural.  Las industrias están vinculadas al sector forestal y textil.

Su aislamiento geográfico, ha condicionado su desarrollo, teniendo el nivel de desempleo más alto que la media en Rusia. Se estima que hay entre 7000-8000 desempleados. El alcoholismo es otro serio problema que afecta a la población.  El gobierno ruso prevé que para 2026, cuente con conexión ferroviaria, lo que impulsará su economía, al abrir a los productos locales a los puertos rusos del Lejano Oriente.