Argentina en su hora crucial y decisiva

El Minuto | En la recta final a las elecciones presidenciales encontramos una Argentina que se debate entre su política económica y su economía política.

Por Daniel Alberto Defant | Corresponsal por Argentina.

Entre lo que es y lo que debería ser; el lugar en el que estamos y al que deberíamos ir.

Para quienes no saben mucho de economía vale hacer la pequeña aclaración remarcando la diferencia.

La economía política es la que se encarga de la teoría, de estudiar los fenómenos económicos y de los diferentes factores que lo componen. (Estudiar la Inflación)

En tanto la política económica busca, mediante la utilización de una serie de estrategias y herramientas como la política fiscal, política cambiaria y política monetaria moldear algunos aspectos, comportamientos y resultados económicos. (Tomar medidas que contra restan la Inflación).

Esto equivale decir que la primera elabora las teorías y la segunda las pone en práctica en función a las decisiones que toman los gobiernos de turnos.

Así de sencillo, fácil de entender y difícil de ejecutar; acorde a la óptica que tiene cada candidato detrás de sus cristales ideológicos, que le permitan enamorar a una sociedad cansada y hasta confundida en las propuestas de los programas que servirían para el país crezca y desarrolle.

Solo tenemos cinco opciones: Sergio Massa, Patricia Bullrich, Javier Milei, Juan Schiaretti y Myriam Bregman

Mientras el primero propone votar sin bronca y enojos, si con mucha esperanza, la segunda habla de ordenar un país desacomodado, el tercero solo quiere dolarizar y poner fin al Banco Central de la República Argentina (BCRA) acabando por eliminar ministerios que a su entender no serían funcionales y le permitiría achicar el gasto publico equilibrando el déficit fiscal de los últimos años, el cuarto Juan Schiaretti  propone basado en el modelo cordobés que solo conocemos los cordobeses y sabemos que cuenta con fallas en salud, justicia, educación y seguridad; Córdoba no es Alicia en el país de las maravillas; la quinta y última candidata   Myriam Bregman propone políticas de extrema izquierda.

De Javier Milei se sabe que ha sido el más favorecido con el voto popular en las elecciones paso, despeinado por la pasión y la vida en libertad que lo vuelve tan liberatorio o extremo liberal.

La pregunta clave es: ¿Que votara la ciudadanía?   ¿Libertad o Barbarie?

Y de esto vamos a hablar hoy, especialmente por tantos jóvenes que permanecen encapsulados con las ideas de la libertad.

No cualquier libertad.

No la que anteponen los mercaderes políticos para justificar tal o cual receta económica.

No es la disponibilidad del poderoso para convertirse en depredador de su entorno y en verdugo de otros hombres.

Esa libertad cavernaria es la que subyace en esta república fallida…

¡¡¡¡Jóvenes!!!!

Tienen que saber que los barbaros de este tiempo se muestran civilizados y a la vez arteros, representan la perversidad hecha política.

Son discapacitados morales, cínicos profesionales, expertos en enriquecimiento personal y exentos de ejemplaridad alguna.

Es la barbarie resumida y contagiosa que contamina nuestras tierras prosperas.

Avalar es poner un sello a lo no retornable.

Lo que se decida no tiene vuelta atrás.

Hay momentos en la Vida, en los que callar se convierte en culpa y hablar en una obligación.

Un deber civil, un desafío moral, un imperativo categórico del que uno no se puede evadir.

Ser libres no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.

Son estas algunas reflexiones sabias de Oriana Fallaci (La rabia y el orgullo); Nelson Mandela y el reconocido y destacado periodista Pablo Rossi (Alegato de resistencia).

Jóvenes: nada de todo lo sucedido fue casual sino premeditado.

Hubo un plan para extraer renta de los antiguos odios, fácilmente reciclables.

Hacían falta ejecutores temerarios, una voluntad de poder obsesiva hasta lo patológico, una sociedad predispuesta a ser un campo fértil para sembrar jóvenes posmodernos arrumbados en un rincón del sistema, despreciados por la política, la educación y huérfanos de héroes.

¡¡¡No se confundan!!!

Esa libertad propuesta por Milei no existe, no existió ni existirá; creer en esto es creer en malversaciones patrioteras, la impostura del perejil, los simuladores, los impostores, los teóricos a la carta, la mentira investida, el desarrollo político de estúpidos, el estigma liberal, el dormir con el enemigo, la justicia facilitadora, la mano del populista inglés, la patria monárquica, la advertencia profética, los nuevos desaparecidos, la hipocresía política,  los aprendices de Lenin disfrazados de Keynes, las cadenas de humillación, la psicología del sometimiento, el libertinaje financiero, los oprimidos, indignados y asustados, la maldita clase media, la revolución horizontal y el periodista que lo dice bajo fuego. Por ahí NO es.

Por todo esto y mucho más, votemos el domingo 22 de octubre de este 2023. Vayamos por una libertad ordenada y transparente que permita crecer y desarrollar en un proceso de transformación verdadera y de unidad nacional. Jóvenes: hemos tocado fondo y nos ha llegado la hora a todos de dar la mejor versión de nosotros mismos para cambiar lo que está mal, continuar lo que está bien y mejorar todo aquello que deba ser mejorado; solo asi se pueden cambiar realidades no deseadas. La decisión que se tome será y no tendrá retroceso al pasado, el presente es hoy, busquemos con total libertad un futuro promisorio; en que los jóvenes no tengan que emigrar, que los que ya se fueron puedan volver. Que en la vejez a quienes ya les llego la tarde puedan disfrutar de una jubilación digna. Se abran nuevas oportunidades para todos. Por ahí SI es.

Esta en nuestra decisión el futuro soñado. Estamos en nuestra hora más crucial y decisiva para elegir nuestro: FUTURO PRESIDENTE