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Las desconocidas Islas Samoa

El colonialismo puso a muchos pueblos en fronteras distintas, rompiendo viejos lazos de unidad cultural, religiosa y lingüística. Ejemplo de ellos es el caso de las Islas Samoa, que el colonialismo dividió a un pueblo en dos realidades separadas: Samoa Americana y el Estado Independiente de Samoa.

Por Jorge Alejandro Saponaro| Director de El Minuto para Argentina.


Los antepasados de los samoanos vinieron de las islas Fiyi, se estima que hace unos 3500 años atrás. Desde el punto de vista cultural las islas han estado estrechamente ligadas no solo a Fiyi, sino a Tonga. Las islas Samoa no contaban con una autoridad política, sino que estaban en manos de jefaturas de poderosos clanes.

El contacto con europeos se remonta al siglo XVIII. En 1722, el navegante holandés Jacob Roggeveen, avistó las islas. Luis Antonio de Boungaville, llegó a las islas en 1768, la denominó islas Navegantes.

Pero el drama del colonialismo, comenzó en el siglo XIX con la llegada de alemanes, británicos y estadounidenses. En 1830, una misión presidida por John Wiilliams, llegó a las islas, dando comienzo a la presencia de la fe cristiana y la formación de la iglesia Congregacional de Samoa. En 1839, Charles Wilkes, llegó a las islas de la mano de la Expedición Exploradora de Estados Unidos y para mediados del siglo XIX; funcionaba en las islas una red comercial estadounidense. En 1872, se instalaron en Pago Pago y una serie de acuerdos con jefes locales, permitió en 1878, establecer una estación de carbón para la Marina de Estados Unidos.

Los alemanes se instalaron en la vecina isla de Upolu en 1879- Sus empresas a fines de dicho siglo tenían extensas plantaciones de copra, cacao y coco, en la isla de Upolu, incrementando sustancialmente su influencia.

La guerra civil local -1886-1894 – tuvo una fuerte injerencia extranjera, donde Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido se disputaban el control de las islas Samoa, incrementando los conflictos entre facciones locales.

En la segunda guerra civil, luego de la muerte del rey local Malietoa Laupep, en 1898. Se desato otra crisis, donde intervinieron directamente los Estados Unidos y el Reino Unido en apoyo al príncipe Tanu, que disputaba el poder a Malietoa tooa Mata´afa, que terminó con el ataque naval de Estados Unidos a la capital, Apia en 1899.

Hubo duros combates, entre facciones rivales de Samoa. Se adoptó una solución de compromiso, y Mata’afa fue ascendido a Ali’i Si’i, o alto jefe de Samoa. Pero el régimen monárquico no duraría mucho, las potencias coloniales implantaron su administración, que convivió con las formas tradicionales y la autonomía de los jefes locales, pero paulatinamente estos perdieron poder. En el caso de los alemanes abolieron la monarquía, y designaron un gobernador.

En 1909, la población local se levantó contra la presencia germana, siendo ahogada rápidamente con el envío de una expedición naval y altos jefes locales fueron deportados a Saipán. El dominio alemán dotó al país de infraestructura y un importante desarrollo económico. Se importaron 2000 trabajadores chinos para las plantaciones alemanas.

Se construyeron carreteras, un pequeño ferrocarril y una estación de telegrafía de la mano de la firma Telefunken. Además de hospitales y escuelas. Samoa Americana quedó bajo control del Departamento de la Marina, con un gobierno militar, que se prolongo hasta los años 50.

La Primera Guerra Mundial, terminó con la presencia alemana en Samoa Occidental, tropas de Nueva Zelanda tomaron las islas, sin encontrar resistencia. El almirante von Spee, intentó recuperar las islas, pero al evaluar que era poco probable recibir apoyo de la metrópoli, siguió con su derrotero hacia América del Sur.



En 1919, el Tratado de Versailles, impuso la cesión de las islas a las potencias aliadas. Nueva Zelanda fue el nuevo administrador formal de Samoa, como Mandato de la Liga de las Naciones. En 1918 la llamada gripe española mató al 20% de la población. Las islas controladas por Estados Unidos tuvieron una mejor gestión de la crisis sanitaria.

El movimiento Mau, que nació durante la ocupación alemana, inició una serie de reclamos independentistas en la zona controlada por Nueva Zelanda. El gobierno colonial, era asistido en ese momento por ocho miembros, cuatro de ellos nativos, designados por el administrador neozelandés.

En noviembre de 1929, Tupua Tamasese, perdió la vida cuando participó en una manifestación pro independencia, luego que tropas de Nueva Zelanda abrieran fuego para disolver la manifestación. Desde 1946, Samoa Occidental se convirtió en Territorio Fiduciario, bajo administración de Nueva Zelanda, el antiguo administrador, dio paso al Alto Comisario.

En los años 50, se implementaron medidas para el autogobierno, creándose un consejo ejecutivo y en 1954, una convención constitucional aprobó el plan de autonomía de Nueva Zelanda. En 1960, una Convención constitucional es convocada, como consecuencia de la declaración del gobierno de Nueva Zelanda de impulsar el desarrollo político y económico de Samoa. La Convención de 170 miembros, que representaba a diversos sectores de la vida samoana, sancionó la Constitución vigente actualmente.

El Parlamento de Nueva Zelanda, por medio de la Ley de Enmienda de 1957, estableció un plan de acceso de autonomía plena de Samoa Occidental. En 1959, la misión visitadora de Naciones Unidas, recomendó la consulta de la población local para decidir su destino. Por medio de la resolución 1.569 (XV), del 13 de diciembre de 1960, determinó que el referéndum se llevara a cabo el 9 de mayo de 1961, bajo supervisión de un comisario designado por Naciones Unidas, el egipcio Najmuddin Rifai, en la fecha indicada, el 83% de los samoanos votaron por la independencia, que se hizo efectiva en 1962.

Siendo el primer territorio del Pacífico, que alcanzó la plena soberanía. Los lazos con Nueva Zelanda se han mantenido, especialmente en materia de defensa exterior, responsabilidad de dicho país.

Las islas orientales, controladas por Estados Unidos, con capital en Pago Pago, desde 911, se denominaron Samoa Americana. El movimiento Mau favorable a la independencia, se extendió al lado Americano, reprimido por la Marina de Estados Unidos en los años 30, que motivó una investigación del Congreso de Estados Unidos, para conocer la situación y la vida de los isleños.

Desde el punto de vista jurídico, las islas para Estados Unidos fueron consideradas un “Territorio No Incorporado” con consecuencias legales para la población local, que ocasionó un debate judicial, que llegó a la Corte Suprema.

El peculiar estatus de los samoanos – americanos subsiste hasta el día de hoy. El fallo del alto tribunal americano, con sesgos racistas, descartó considerar a los samoanos ciudadanos de pleno derecho, dándose la peculiaridad hasta hoy día, que los ciudadanos de Samoa Americana, tienen pasaporte de Estados Unidos, pero si se quieren radicar en dicho país, deben naturalizarse, perdiendo incluso derechos políticos en su tierra natal.

La Segunda Guerra Mundial trajo aparejado para Samoa Americana la llegada de miles de soldados de Estados Unidos, especialmente del US Marines Corps, muchos samoanos, se enrolaron en las fuerzas estadounidenses, abriendo una tradición donde dicho territorio, tiene un elevado porcentaje de reclutas destinados a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Esto se debe a los problemas de empleo y falta de oportunidades de la juventud, que ven en la carrera militar la posibilidad de tener un empelo seguro y poder acceder a la residencia permanente en Estados Unidos.

En 1950, el Departamento de Interior asumió el control de Samoa Americana y los jefes tradicionales, tras constantes reclamos, lograron que fuera organizada una legislatura local, llamada “Fono”.. En 1956, fue electo el primer gobernador local, Peter Tali Coleman, sucediendo al último gobernador militar.

Samoa un Estado cristiano.

En 1962, Samoa Occidental emergió como estado independiente en el seno de la Commonwealth, con un régimen de monarquía electiva, tradición que viene antes de la ocupación colonial. En el Preámbulo, el nuevo estado proclamó su adhesión a valores cristianos y costumbre de Samoa. El Parlamento elige al Jefe de Estado (como también lo puede destituir en determinadas circunstancias), con el título tradicional de O le Ao o le Malo, electos entre los cuatro grandes jefes tradicionales.

El parlamento del primer gobierno independiente, eligió a los jefes Malietoa Tanumafili y Tupua Tamasese Meaʻole, que compartieron la jefatura del Estado. Tupua Tamasese Mea’aole, murió en 1963, dejando a Tamumafili como jefe de estado, con funciones ceremoniales. En 2007, tras su muerte fue elegido por el Parlamento Tuiatua Tupua Tamasese Efi.

Por una reforma constitucional, el jefe de Estado duraría en su mandato solo cinco años, reelegibles por una sola vez. De facto es una república, a pesar que el jefe de estado tiene tratamiento de “Alteza”. En la actualidad la jefatura la ostenta desde 2017 Vaʻaletoʻa Sualauvi II. El Jefe de Estado tiene poderes muy limitados, dado que el gobierno efectivo recae en el primer ministro, con responsabilidad parlamentaria.

Este es nombrado por el jefe de estado, siendo generalmente el líder del partido mayoritario en la cámara. En 2017, el país reformó su Constitución, para reafirmar la fe cristiana como uno de los pilares de la nacionalidad y los valores del país. En su artículo 1, en la citada norma, señala que Samoa es una nación cristiana fundada por Dios el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”. Más del 80% de la población pertenece a distintas confesiones cristianas, destacándose la iglesia congregacional y la católica.

El Parlamento, compuesto por 49 diputados, dos representan a los no samoanos, y el resto, son “matai” jefes tradicionales de clanes familiares. Hasta los años 90, solo los matai o cabeza de familia extendida/clan, podían votar, algo que fue modificado por la nueva ley electoral, que introdujo el sufragio universal.

Existen partidos políticos desde la década del 70, cuando los tradicionales consensos entre los jefes de clanes, dieron paso a otras formas de hacer política. El país a nivel local cuenta con más de trescientos consejos de aldea, donde los matai, son los responsables de llevar los asuntos locales, incluso con funciones judiciales civiles y penales, pero con las limitaciones que impone la ley y el sistema del common law.

Dado el régimen especial de tenencia de tierras, de carácter comunal, existe una Corte de Tierras y títulos, que entiende en conflictos vinculados con este sistema. Existe una ley desde 1990, que regula este tipo de asambleas.

La toma decisiones, está en manos de matai senior. Los jefes de rango inferior, pueden influir a los jefes de rango superior, previo a la asamblea. Es tradicional que los altos funcionarios, incluyendo al primer ministro, tengan el rango de matai. Es un sistema complejo, muy arraigado en la sociedad samoana La división territorial, es similar a la anterior de la llegada de los europeos, con once distritos con sus gobiernos tradicionales.

En la década del 70, el gobierno tradicional dio paso a la aparición del primer partido político, el de “Protección de los Derechos Humanos” creado en 1979. Este partido nació para oponerse al primer ministro Efi y también para reclamar los derechos de los agricultores, convirtiéndose en el partido más importante del país.

Luego aparecieron otros partidos políticos, destacándose el Partido Unido Democrático de Samoa, en la oposición. El régimen político, genera descontentos, dado que los jefes de clan mantienen una importante cuota de poder, que genera resistencia a reformas. Esto junto a las limitadas perspectivas económicas, impulsa a la emigración. Nueva Zelanda tiene una cuota de inmigrantes para Samoa, en la cual, pueden emigrar por año a dicho país unas 1100 personas. Los expatriados generan un 20% del PIB del país.

En 1997, por una enmienda constitucional, el país abandonó el nombre Samoa Occidental, para ser simplemente Samoa, que generó protestas de Samoa Americana, por intermedio de la Embajada de Estados Unidos en Apia, bajo el argumento que afectaba su identidad. El país oficialmente se denomina Estado Independiente de Samoa, que tiene 2.842 km2 y 200 mil habitantes.

La defensa de Samoa está garantizada por el Tratado de Amistad con Nueva Zelanda, país con el cual mantiene estrechos lazos comerciales y políticos. En 2002, el gobierno de Nueva Zelanda, condenó y pidió disculpas públicas por los incidentes de 1929, donde tropas de este país abrieron fuego ante una manifestación nacionalista. Australia también tiene un rol en apoyo al fortalecimiento de la policía local, en 2019, cedió un patrullero costero, como apoyo a programas de entrenamiento, etc.

Samoa es un país agrícola, los cultivos comerciales son herencia de tiempos alemanes, destacándose el cacao, la copra, y también el banano, cuyo mercado es Nueva Zelanda. En su momento, fue creada la Western Samoa Trust Estates Corporation para la administración de las plantaciones de los alemanes. Luego pasó a manos de samoanas en su administración, a pesar que el capital es de origen neozelandés. El sector agrario tiene un rol central en la economía isleña, siendo los principales mercados, Australia como la misma Nueva Zelanda.

El país ha hecho un importante esfuerzo para mantener la disciplina fiscal, estabilidad monetaria, acompañado por inversiones para atraer el turismo, destacándose la creación de una empresa aérea junto a la australiana Virgin.

El sector turístico representa un 25% del PIB. La llegada de inversiones extranjeras, se han dado por la estabilidad política y económica. Otro aspecto destacable es el objetivo de generar energía por medio de fuentes renovables en un 100% para este 2021. Samoa todavía requiere de reformas legales importantes y cambios institucionales, para ser un lugar atractivo para los inversores, pero la estabilidad política – económica, sigue siendo un importante factor a considerar.

Samoa Americana.

Es un Territorio No Incorporado de Estados Unidos, con 200 km2 y unos 55.000 habitantes. Este territorio estuvo unido a la historia del resto de las islas Samoa hasta 1899, que pasó formalmente a manos de Estados Unidos. Durante muchos años fue un territorio con gobernadores militares, hasta que finalmente alcanzó el autogobierno.

En 1960, una Convención constituyente aprobó la Constitución del territorio, que entró en vigencia luego de su aprobación por el gobierno de Estados Unidos. Una peculiaridad de este territorio, ha sido su protagonismo en el programa espacial Apolo, dado que los astronautas eran rescatados en aguas cercanas a Samoa Americana, para ser luego enviados vía el aeropuerto de Pago Pago a los Estados Unidos.

En 1969, un comité de Samoa Americana rechazó la idea de unificación con la parte Occidental, algo que plantean, no tan abiertamente algunos líderes políticos de Samoa Independiente.

Los samoanos americanos no gozan de plena ciudadanía estadounidense, como consecuencia de un fallo del alto tribunal de Estados Unidos por salvajes”, por “incivilizados” y por ser de “una raza extranjera”, los nacidos en la Samoa Americana no son ciudadanos de Estados Unidos.

Esta jurisprudencia forma parte de los llamados casos Insulares, donde se debatió el estatus jurídicos de territorios coloniales adquiridos por Estados Unidos, como los casos de Puerto Rico, Isla Vírgenes, Guam, etc.

El eufemismo de “Territorio No Incorporado” oculta una realidad colonial. La jurisprudencia estadounidense considera aplicable solo en parte la Constitución de Estados Unidos, en particular la 14ª Enmienda: “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos, y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana de los Estados Unidos”.

Ello implica que los samoano – americanos, como dijimos anteriormente, cuentan con pasaporte de Estados Unidos, pero al ingresar a dicho país, deben hacer trámites ante la oficina de migraciones.

El estatus de Samoa Americana permite mantener el régimen de propiedad comunal, que pertenece a clanes y familias, lo que genera ciertas resistencias para cambiar de régimen en relación a Estados Unidos.

La transmisión de dichas propiedades comunales, solo puede hacerse con aquellos que tengan en su ascendencia a samoanos. Pero existen otras opiniones, que la obtención de ciudadanía plena, no debe afectar las peculiaridades del régimen de tenencia de tierra o de la cultura local.

El régimen de autonomía permite que Samoa Americana cuente con su gobernador electo, una Cámara legislativa bicameral, que cuenta con una Cámara de Representantes y un Senado electo por los jefes de clan o matai. El territorio cuenta con su sistema judicial, regido por normas federales y las locales.

La economía es extremadamente dependiente de la ayuda federal, la falta de perspectiva hace que muchos jóvenes vean en las fuerzas armadas el camino para conseguir empleo, existiendo una red de oficinas del Departamento de Defensa, para un lugar siempre con reclutas dispuestos a enrolarse.

A tal punto que en la isla principal hay varios centros de entrenamiento básico del Ejército y los US Marine Corps. La actividad productiva se reduce a la pesca y el sector agrícola. El turismo, no pudo explotarse en todo su potencial, dado las malas conexiones aéreas y las limitaciones en infraestructura. Samoa Americana cuenta con dos importantes factorías de procesamiento de atún más grandes del mundo, los buenos salarios atraen a los vecinos de Samoa Independiente.

Islas Samoa dos realidades distintas.

Existen en las islas un lazo cultural, idiomático e histórico, pero el colonialismo, hizo que dicha unidad quedara rota. En Samoa Occidental, por ejemplo, no comparten los mismos deportes que se practican en Samoa Americana, en cierto punto los samoanos de dicho territorio mantienen su identidad, su cultura, pero diferenciada de su parte Occidental, su mirada está siempre en Estados Unidos.

Las islas tienen gran potencial turístico, pero el problema son las conexiones aéreas, legislación para atraer inversiones extranjeros. Samoa Independiente, ha buscado diversificar su economía, ha realizado un importante esfuerzo y mantiene bajos índices de inflación, que ronda el 1.7%, pero el comercio exterior es deficitario, por la dependencia de productos agrícolas y pescado, sujeto a precios internacionales que varían constantemente. La deuda externa equivale el 45% del PIB, el país tiene como fuente de ingresos las remesas de los expatriados, lo que pone en evidencia las limitaciones del mercado laboral, algo que también padecen sus vecinos del “lado Americano”. El COVID ha impactado en la economía, especialmente por la cuestión del turismo, el alza de los precios internacionales de los combustibles.

Las reservas del Banco central, son sólidas, pero dado la incertidumbre generada por la pandemia, considera que debe haber un manejo muy cuidadoso y preservar las reservas internacionales. Los expertos económicos han sugerido mantener una política de flexibilización monetaria, disciplina fiscal, gestionar préstamos y ayudas internacionales en términos favorables, para financiar un crecimiento económico sostenido, transparencia de la gestión del gasto e inversiones.

En lo referente a la pandemia, en el portal oficial del gobierno de Samoa, están publicadas recomendaciones para hacer frente a la crisis, dando especial énfasis a medidas de distanciamiento social, mantenimiento de las escuelas abiertas adaptadas a la nueva realidad, mantener una economía estable para cumplir con obligaciones internacionales.

Samoa Americana, no solo mira a Estados Unidos, sino que sus instituciones de alguna manera se han inspirado en el modelo de dicho país. Los tradicionales jefes de clan están representados en el Senado, pero no tienen el peso o gravitación como del lado Occidental. El gobernador, cámara de representantes y organización local, recuerda a grandes rasgos a los vigentes en los Estados de la Unión.

La política local está en manos de los Partidos Demócrata y Republicano, versión samoana. No obstante ello, funcionan las asambleas de clanes, o fono, similares a los que existen en la vecina Samoa Occidental. En 2012, el territorio debatió sobre la posibilidad de la independencia, algo poco probable, dado la dependencia de la ayuda de Estados Unidos. Esto fue planteado por el comisionado residente de Samoa Americana ante el Congreso de Estados Unidos.

Ambas “Samoas” expulsan a sus jóvenes y talentos, por la carencia de perspectivas, pero a pesar de tener “males” comunes, ambas partes miran hacia otro lado, las diferencias se han profundizado y la idea de un origen común parece que se ha desvanecido, los samoanos occidentales y orientales, construyeron dos entidades con intereses muy distintos.

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