Lo que nunca había contado del Sahara

La Sección Española de Reporteros sin Fronteras ha denunciado la situación de silencio y abandono de la prensa internacional, en especial la española y la francesa, sobre el Sáhara Occidental, calificandolo de ¨auténtico agujero negro informativo¨ al tiempo de pedir que ¨rompan su habitual silencio cómplice con Marruecos ¨.
La Sección Española de Reporteros sin Fronteras ha denunciado la situación de silencio y abandono de la prensa internacional, en especial la española y la francesa, sobre el Sáhara Occidental, calificandolo de ¨auténtico agujero negro informativo¨ al tiempo de pedir que ¨rompan su habitual silencio cómplice con Marruecos ¨.
Por: Ángel Manuel Ballesteros García.
La denuncia-reclamación se formuló, en junio, en la Asociación de la Prensa de Madrid cuya directiva proclamó que ¨nuestro país nunca ha dado la cara frente al compromiso histórico, político y moral que tenemos con el territorio, que ha quedado así en un limbo informativo y político¨.
Como cuento siempre, hace cuatro décadas que fuí el primer y único diplomático allí desplazado donde censé a los 335 compatriotas que habían quedado en el territorio, en lo que constituyó quizá una las mayores operaciones de protección de españoles del siglo XX. También por aquellas fechas, di la mano a Hassan II, el gran dosificador de los tiempos con España. No le volví a ver.
Ahora, 43 conocedores del Sáhara (43 es una cifra simbólica, referida a los años transcurridos del conficto, y por consiguiente ampliable) de la diplomacia, la universidad, la milicia (aquí el anterior JEMAD, que domina la problemática) han pedido al gobierno, sin respuesta todavía, que se me nombre para coadyuvar con los mediadores de la ONU –el último ha renunciado hace meses sin que se haya nombrado sustituto aún- y de la UA. Y naturalmente para que haya una mayor presencia de España.
¿Y qué es lo que nunca había contado del Sáhara en mis numerosas páginas y conferencias en distintas latitudes? se preguntarán los animosos lectores que hayan llegado hasta aquí. Pues si me permiten, no es tema menor. En ninguno de mis viajes nunca me acerqué a saludar al gobernador del territorio cuya perplejidad y titubeo se me hizo ver por nuestros espías.
Lo ignoré totalmente por encima de los aspectos protocolarios. En otros términos, ¨el valeroso Ballesteros¨ como me denominó nuestro inolvidable primer secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Robles Piquer, jamás hizo el menor gesto que interpretaciones interesadas, es decir, las habituales en este tipo de controversias, pudieran dar pie a que España reconocía en alguna manera soberanías que no procedían, que no proceden.
Y eso es, ni más ni menos, lo que Reporteros sin Fronteras, en la Asociación de la Prensa de Madrid, y otros más por supuesto, demandan, aunque al parecer todavía casi clamando en el desierto.